28 de noviembre de 2008

SISTEMA FINANCIERO INTERNACIONAL.: UN SISTEMA MAFIOSO

Juan Antonio HERNÁNDEZ

Es conocido que los reyes feudales solían dar protección a los alquimistas, quienes, con la promesa de convertir cualquier metal en oro, se transformaban en gallinas productoras para el monarca... pero de eso nada de nada. Cuando los habitantes del reino se fueron acostumbrando a "morder" las monedas para comprobar su autenticidad [para estar seguros que no era solamente metal corriente bañado en oro o algo dorado sin valor alguno]; comenzó a declinar la economía y el prestigio del rey. ¿Qué comerciante vendería su mercancía a un rey que pagaba con monedas bañadas en oro y cuyo valor era cero? Sólo los súbditos tenían que soportar cargar con esa moneda "birria", sin valor fuera del reinado de dicho Señor Monarca.

  • El engaño se hizo más grande

Algunos consideran culpables de esta situación a los templarios, otros a los judíos; e incluso puede ser que ambos resulten causantes, pues ambos poseían la infraestructura y el compromiso entre sus integrantes para mantener la fidelidad al grupo. Lo cierto, que un territorio tan inseguro y en donde las comunicaciones triplicaban su tamaño por su inestabilidad, iba hacer posible el nacimiento del ese papel "peculiar". Era cuestión de dejar depositado el dinero a un precio conveniente y partir con un pagaré convenido que se cobraría en el lugar de destino. Tal vez, una vez llegado al destino se le presentaría una rustica e inexpugnable caja fuerte en la que, por otro módico precio, se le guardaría el oro.

Al ver y comprender la seguridad del sistema, el propietario optaría por dejar el oro en depósito y manejarse con los pagarés-papel, con más razón cuando el recientemente aparecido banco le garantizaba que todo lo emitido por el propietario lo amortizaría esa entidad. Sólo bastaba que el sistema se extendiese y que los comerciantes confiaran en su buen funcionamiento para que naciera el fraude bancario. Mientras los incautos depositaban oro constante y sonante, el banco expedía papel por el doble del valor depositado lo que hacia crecer la masa monetaria en circulación siendo el mayor beneficiario el propio banco, pues podía imprimir todos los papeles-birria que quisiese para comprar todo lo que se quisiera... tierras, palacios, empresas, etc.

  • La estafa adquiere dimensiones estatales

En el año 1694, el rey holandés de la casa de Orange, más tarde conocido como Guillermo III de Inglaterra, pidió prestado oro a un grupo de banqueros holandeses dirigidos por William Paterson. El préstamo de 1.200.000 libras de oro, tomaría como contrapartida la devolución de ese importe, más un 6% de interés, así como la autorización para denominarse Banco de Inglaterra, y un extra que incluía la autorización para producir dinero hasta completar la cantidad de 1.200.000 libras que habían prestado. Es decir, que el rey devolvería el oro más un 6%, y al mismo tiempo los banqueros, emitían papel por la misma cantidad que prestaban al pueblo y les producía otro 6%. Por lo tanto obtendrían 2.400.000 más un 12%. Esta doble deuda, del rey y del pueblo (más bien del pueblo, que pagaba con sus impuestos la deuda real y su propia deuda) sería la deuda nacional inglesa inexistente antes de Guillermo III y que en 1948 contabilizaba ya 24.000 millones de libras.

  • La estafa se hizo internacional

Guillermo siguió tomando prestado hasta 16 mil millones de libras-oro mientras el banco emitía por la misma cantidad prestada, y el billete circulaba avalado por el rey como si fuera oro. De la misma manera circuló en sus colonias con la expansión del imperio y más tarde en el resto de países, pues el banco opta por entregar papel al gobierno como si realmente fuera el metal.

Ya no hay oro en circulación, sólo papel-birria que no tiene respaldo del metal debido a ese factor multiplicador que produce el interés. Si uno presta un kilo de oro y pide el 6%, lo razonable es que nos devuelvan el kilo de metal más un 6% de metal.

  • La estafa se hizo gigantesca

Al comienzo, el banco sólo emitía billetes hasta cubrir el oro que le dejaban en depósito, conservando una cantidad para atender imprevistos por reembolsos. Pero dándose cuenta de la preferencia del público por el papel que era mucho mas liviano que el metal, dispone imprimir más billetes dejando tan sólo una reserva del 10%. Semejante negocio no pasó desapercibido al resto de usureros y el número de bancos creció y se multiplicaron como hongos, hasta contabilizar 684 bancos emitiendo sus propios billetes en el período 1694-1830.

Tal vez haya sido en 1844, cuando por encargo del canciller Robert Peel se toma la iniciativa de crear el "Bank Charter Act" y borrar de un plumazo al resto de competidores para imprimir billetes, lo que da la exclusividad al grupo privado del Banco de Inglaterra. Lo que vino a continuación fue peor: los 600 ex-bancos se reunieron formando el grupo Joint Stock Banks para la emisión de cheques (falso billete), pensados y destinados para la circulación de grandes cantidades... lo que excluye a los pobres y deja que semejante herramienta sea utilizada entre los pudientes. Lo bueno es que ya no necesita la confianza o aval real que garantiza la emisión; son los propios depositantes que gracias a la confusión crean dinero a partir de nada.

El truco bancario es muy simple. Teniendo en cuenta ese 10% que el banco guarda como reserva para atender imprevistos, si alguien deposita 1 millón, ellos prestan 9 millones. Si no se devuelve el préstamo, se quedan con lo concreto (la garantía que deja el que contracta la deuda: una vivienda, una fabrica, etc... tasadas al 80% del valor), y si devuelve los 9 millones más los interés: de 1 millón fijo y 9 millones virtuales, hemos creado una fortuna. Esos 9 millones que no existían sino en los asientos contables que registraban como activo, en realidad no son más que un pasivo o deuda para el pobre que se le ocurrió pedir el crédito. Esto es una máxima para el sistema: «el papel billete-birria se convertirse en algo tangible».

El billete en si mismo no se come ni te protege del viento y la lluvia... ¿entonces para qué sirve? Para facilitar el comercio. Pero perversamente, y por estar su emisión en manos privadas aumentando los préstamos, sirve para gobernar el mundo. Ellos crean los períodos de expansión llenando el país de dinero, luego programan la recesión retirándolo a través de sus sucursales y los pobres endeudados dejan sus bienes concretos en sus manos. No digamos ya del poder político cada vez mas sometido a los medios de comunicación; se crean grandes entramados mediáticos que venden la imagen de sus patrocinadores como la mejor opción posible. Para que nada se les escape, también manejan la de su opositor; salga quien salga, siempre ganan. Pobre del político que no se les someta; pasa a ser cadáver.

A partir de esta situación, podemos dirigirnos hacia dos puntos: o explicar desde una economía normal cuyos ciudadanos crean una masa de ahorro que se convertirá en inversión, lo que daría lugar a una economía local y sostenible, o una economía donde de la nada se convierte en billetes que proporcionan grandes créditos a grandes empresas que en su intento de devolución se ven obligadas a producir enormes cantidades, sin importar que el mismo sea absorbido por la sociedad con tal de cumplir con las exigencias de sus acreedores.

Pero dejando atrás, o para otro texto, lo que representa el crédito en una economía local (Y=C+A) o en una economía adulterada, nos dirigiremos hacia el baluarte del capitalismo para desvelar sus intrigas.

  • De Inglaterra nos trasladamos a EEUU

Ya tenemos al imperio trabajando endeudado por los usureros. Ahora, se mira de reojo al próximo candidato que tiene todas las condiciones para ser una gran potencia. Pasan unos años hasta que la reina le firma a E. Rostchild la carta llamada Declaración de Balfour (1917), donde Inglaterra se compromete a crear un estado judío en Palestina.

Si alguien trata de buscar quién compone este grupito de bancos tan afortunados, pues dará con la banca Rostchild, o el banco de Hamburgo y como nota, debemos destacar que el primer billete de 500 creado por Israel, se imprimía con el rostro de un Rostchild. Pero si quiere un dato histórico de cómo actuaban estos conspiradores, entienda que los años anteriores al fabuloso regalo entregado por el Congreso estadounidense a un grupito privilegiado [de banqueros], fueron muchos los bancos que tuvieron que cerrar por falta de liquidez... Alguien hacía correr el rumor que tal banco no tenía liquidez o era insolvente, y cuando la gente acudía en masa a retirar su dinero hacían que tal rumor se convirtiera en realidad.

Hay datos suficientes para entender lo que realmente pasó entre 1880 - 1911. Las crisis bancarias en Estados Unidos fueron generalizadas (gracias a Morgan y compañía) mostrando a la ciudadanía la necesidad de que la Reserva Federal estadounidense fuera privatizada; algo de lo que se arrepentiría más tarde el presidente norteamericano por haber dejado todo el poder económico en manos de un grupito de usureros.

Para entender más, el congresista Louis T. Mc Fadden (durante 12 años presidente del Comité de Bancos y Circulación Monetaria) pidió una investigación al Congreso sobre la actividad criminal de la Reserva Federal y bancos de la Reserva Federal, sugiriendo sus implicaciones en el crack de 1929. Consta en los registros del congreso, página 1295 y 1296, de la Cámara del 10 de Junio de 1932: «Sr. Presidente, tenemos en este país una de las instituciones más corruptas que el mundo ha conocido...»

Pero volvamos al asunto interrumpido: lo prometido a Inglaterra y a los dirigentes norteamericanos de la época, en definitiva sus discípulos o secuaces; lo cierto es que los usureros causaron la depresión de 1929 para convencer a los políticos de la rigidez que supone que el dólar tenga un respaldo en plata u oro tal y como establecían su constitución y las normas internacionales al respecto (1 dólar es una medida farmacéutica de 371gramos de plata, equivalente a 24,7 en oro, equivalente al dólar español de Miller, el Deker holandés, etc.).

  • Franklin Delano Rooselvet

Considerando que la escasez del oro y la plata limitaba la producción de billetes, en 1932 Franklin Delano Roosevelt decreta desligar el oro del dólar en el mercado interno, dejando esa relación para el mercado exterior (no le quedaba más opción por tratarse de una medida internacional). Imagínese usted que hasta esta fecha fatídica guardaba su dinero en un banco y de la noche a la mañana descubre que no tiene respaldo; usted puede irse con todo lo que tiene depositado hacia algún país que aún emita con respaldo de oro y hacer el cambio a la moneda de ese país; luego volver y hacer el cambio en oro dejando al país paralizado con unas divisas extranjeras, y que por estrictas normas este ultimo país exija a EE.UU la entrega de su aval en oro.

Tendremos que esperar los años 1960, en que J. F. Kennedy promueva el Acta 11110 (aún vigente) para intentar devolver el dólar a su origen constitucional por el cual sólo el Estado tiene derecho a imprimirlo, y el mismo debería tener una equivalencia en plata u oro.

  • John Fitzegrald Kennedy

John F. Kennedy lo había visto claro y le resultaba increíble que unos empresarios privados imprimiesen el dólar que luego vendían al Estado con interés (por letras del tesoro) ¿Quién avalaba ese dólar? Pero sobre todo era ese interés cobrado el que generaba la deuda nacional estadounidense, tal como ocurriera en la Inglaterra de Guillermo. Kennedy de acuerdo con su Secretario del Tesoro, resolvió emitir dólares en relación a la reserva de oro y plata existentes, y así salieron unos billetes (4.292.893.815 de 1 y 2 dólares, pues los de 10 y 20 dólares jamás llegaron a salir) con numero de serie en rojo (los de la Reserva Federal son en verde) acompañados por la frase United States of... « pagará al portador » (mientras que en los de la Reserva Federal dice: «R.F, moneda de curso legal»).

Kennedy sabía que sus dólares avalados por plata y oro e impresos por el congreso terminarían por desplazar, por simple lógica, a los de Reserva Federal, pues nadie es tan tonto que prefiera cheques [o dinero] sin fondos; y más cuando James J. Saxon, interventor de circulación del presidente estadounidense, animaba a darle poder a bancos que no fuesen de la Reserva Federal para que los mismos pudiesen suscribir obligaciones estatales y así conseguir debilitar a la poderosa Reserva Federal, que al cobrar interés no hacían más que aumentar la deuda estatal estadounidense.

Ya saben el resto, meses más tarde Kennedy es asesinado y el 99% de los billetes se retiran del mercado... el papel [birria-adefesio] sin aval imperará hasta nuestros días. (La Comisión Warren incluyó en su panel a John J. MacCloy, hombre sin experiencia criminal, pero ex - presidente del Chase Manhatan Bank y socio de la firma legal asociada a Rockefeller Milbank, Tweed, Hadley & McCloy, situada en el edificio central de JP Morgan Chase, que ha sido la asesoría legal privada de la familia -y del Chase- desde los días del padre de John D. David Jr.

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20 de noviembre de 2008

NUESTRO DEBER ES IMITARLO


JOSE ANTONIO. HOY Y SIEMPRE

OBREROS ESPAÑOLES

DOS CAMINOS

Todos los trabajadores, ante la angustiosa situación presente, han de preguntarse a qué se debe el que, a pesar de los constantes cambios de Gobierno, a pesar de haber gobernado las izquierdas, a pesar de los Gobiernos de centro y de derecha, el paro aumente sin cesar, la carestía de vida se haga cada vez más agobiadora y la pugna entre las clases sea cada día más áspera. Fácil es comprobar la existencia de estos problemas y aun su agravación. Con Gobiernos en que figuraban ministros socialistas, todas las calamidades que abruman a la masa obrera no sólo no tuvieron solución, sino que se agudizaron. Con Gobiernos de derecha, toda la política se orienta en contra de los productores; empeoran las condiciones de trabajo, se reducen los jornales, aumentan las jornadas, se los persigue, etc. ¿Qué significa esta coincidencia en el fondo de los partidos políticos, sean de derechas o sean de izquierdas? Significa que el régimen de partidos es incapaz de organizar un sistema económico que ponga a cubierto a la masa popular de estas angustias; que tanto unos partidos como otros están al servicio del sistema capitalista.

Mientras la terrible crisis económica actual ha arruinado o está en camino de arruinar a los modestos productores, y la masa obrera sufre como nunca la pesadilla del paro, la cifra de los beneficios obtenidos por los beneficiarios del orden actual de cosas, los dueños de la Banca, es elevadísimo.

Así la tarea urgente que tienen los productores es ésta: destruir el sistema liberal, acabando con las pandillas políticas y los tiburones de la Banca. Pero para llevarla a cabo se ofrecen dos caminos: el camino comunista y el camino nacionalsindicalista. No hay más salidas. Los dos aspiran a hacer astillas este orden de cosas; los dos quieren un orden nuevo.

Ahora bien: ¿son igualmente fecundos, eficaces, ambos?

Cada día es más patente la influencia comunista de Rusia en el seno de la masa obrera, transportada tanto por los partidos comunistas como por los socialistas. Las consignas de la Tercera Internacional son las que animan al movimiento marxista. Aquí, en España, los partidarios de la orientación comunista dentro del partido socialista son cada día más numerosos.

Pero el triunfo comunista en España, ¿beneficiaría a la clase trabajadora? Este es el problema que tenemos que esclarecer, poniendo un especial y honrado propósito. Si el comunismo proporciona un nivel de vida más decoroso, si satisface los ideales de una empresa común, la elección no es dudosa. Pero el comunismo ¿es capaz de realizar estos objetivos?

RUSIA

En Rusia, donde más lejos ha ido este ensayo comunista, salta a la vista no sólo que ni económica ni políticamente han ganado nada los trabajadores (existe el régimen de salario, los jornales son bajísimos, la carestía de los artículos de primera necesidad es mayor que en ningún país de Europa, según cifras dadas por periódicos rusos, como Pravda e Izvestia y la libertad política está de hecho anulada), sino que, además de eso, les han arrebatado toda la dignidad como hombres y los han convertido en una pieza fría de la máquina montada por los nuevos privilegiados: la burocracia oficial, reclutada entre los viejos militantes comunistas. Esto, que debiera bastar para repeler el comunismo, es poco si tenemos en cuenta que aquí el movimiento estaría no al servicio de un interés español, sino supeditado a las necesidades de Moscú. El triunfo del comunismo no sería el triunfo de la revolución social de España: sería el triunfo de Rusia. Y no hay sino mirar la política turbia que hace Rusia con los grandes estados capitalistas para deducir 'los fines que persigue al intentar provocar el estallido revolucionario dirigido y financiado por ella. Seríamos ni más ni menos que una colonia rusa, y es buena prueba de lo que haría con los obreros de España ver cómo trata hoy a los dirigentes comunistas. Por sus servicios les da unos rublos; pero, en cambio, los maneja como autómatas y los convierte en instrumentos ciegos, serviles de su política.

Pues bien: si el comunismo acaba con muchas cosas buenas, como el sentimiento familiar y la emoción nacional; si no dan pan ni libertad y nos pone a las órdenes de una nación extranjera, ¿qué hacer? No vamos a resignarnos con la continuación del régimen capitalista. Hay una cosa de toda evidencia: la crisis del sistema capitalista y sus estragos, ni siquiera atenuados por el comunismo. ¿Qué hacer, pues? ¿Estamos en un callejón sin salida? ¿No hay solución para el hambre de pan y justicia de las masas? ¿Tendremos que optar entre la desesperación del régimen burgués y la esclavitud de Rusia?

LLAMAMIENTO

No. El Movimiento Nacionalsindicalista está seguro de haber encontrado una salida justa: ni capitalista ni comunista. Frente a la economía burguesa individualista se alzó la socialista que atribuía los beneficios de la producción al Estado, esclavizando al individuo. Ni una ni otra han resuelto la tragedia del productor. Contra ella levantamos la sindicalista, que no absorbe en el Estado la personalidad individual ni convierte al trabajador en una pieza deshumanizada del mecanismo de la producción burguesa. Esta solución nacionalsindicalista ha de producir las consecuencias más fecundas. Acabará de una vez con los intermediarios políticos y los parásitos. Aliviará a la producción de las cargas con que la abruma el capital financiero. Superará su anarquía, ordenándola. Impedirá la especulación con los productos, asegurando un precio remunerador. Y, sobre todo, asignará la plusvalía, no al capitalista, no al Estado, sino al productor encuadrado en sus sindicatos. Y esta organización económica hará imposible el espectáculo irritante del paro, de las casas infectas y de la miseria. ¡Trabajadores, alerta! El comunismo y todo el movimiento internacionalista trata de especular con las masas obreras. Con los mismos tópicos que en 1914 –libertad, democracia, progreso– intentan arruinar al Estado en beneficio del que paga: Rusia. Las concentraciones populares antifascistas son el taparrabos de los apetitos de Moscú. Ayer imponía la consigna de clase contra clase, de lucha violenta en las calles; hay quiere meter a la masa obrera en andanzas electorales, obligándola con los partidos burgueses de izquierdas. Los obreros, con este cambio de táctica, no van a ganar nada; perderán, tanto si aúpan a las izquierdas burguesas como si llevan a participar en el Gobierno a los comunistas y socialistas. Las izquierdas burguesas, bien avenidas con el capitalismo internacional y los marxistas al servicio de Rusia, harán la política que les ordenen sus amos, no la que interese a los obreros españoles. Los trabajadores harán, una vez más, de carne de cañón, y al final no hallarán ni el pan ni la libertad.

¡Trabajadores! ¡Camaradas! Se acercan momentos decisivos. Nadie puede estar cruzado de brazos. Está pendiente la suerte de todos. 0 los trabajadores, enérgicamente, implacablemente, terminan con el gran capitalismo financiero y se unen al Movimiento Nacionalsindicalista para imponer el régimen de solidaridad nacional, o el intemacionalismo nos convertirá en cipayos de cualquier gran poder extranjero.

El movimiento Nacionalsindicalista, consciente de su fuerza y de su razón, mantiene el fuego contra todos los enemigos; contra las derechas, contra las izquierdas, contra el comunismo, contra el capitalismo. Por la Patria, el Pan y la Justicia. Estamos seguros de vencer. Lo exige así el interés de los productores y la conveniencia nacional. Impondremos sin contemplaciones un orden de cosas nuevo, sin hambrientos, sin políticos profesionales, sin caciques, sin usureros y sin especuladores.

¡Ni derechas ni izquierdas! ¡Ni comunismo ni capitalismo! Un régimen nacional. ¡El régimen Nacionalsindicalista! ¡Arriba España!

(Arriba, núm. 20, 21 de noviembre de 1935)


19 de noviembre de 2008

ALGO SOBRE EL ENEMIGO

LA ESTRATEGIA DEL NUEVO ORDEN MUNDIAL

Una explicación sencilla y concisa de quien es nuestro enemigo tanto interno como externo.

por Eduardo Jara

El gobierno de Néstor Kirchner es una marioneta del Nuevo Orden Mundial. Disfrazado de “setentoso”, deja huellas muy evidentes para que el observador avisado no le tome el tiempo. Recordemos que el Nuevo Orden es el proyecto estratégico de los grandes centros del establishment mundial ubicados fundamentalmente en EEUU y Europa que buscan imponer en el Tercer Mundo o en las “naciones emergentes” como denominan ahora al hemisferio sur del planeta.
Dicho proyecto estratégico requiere de una serie de requisitos para ser llevado a la práctica. Podemos mencionar:

1) Control demográfico

2) Desmantelamiento de las FFAA.

3) Economía basada en la producción de productos primarios.

4) Reformulación de la familia.

5) Financiamiento mediante créditos externos y

6) Eliminación de toda influencia de la Iglesia Católica.

Con estos paradigmas, el Nuevo Orden de los ricos mundiales se asegura que el hemisferio sur quede lo menos poblado posible, indefenso, desindustrializado, sin posibilidad de resistir moralmente y supeditado a los créditos de los organismos internacionales que domina el G8 o su propia banca financiera. De tal modo queda como “reserva ecológica” de sus necesidades, mano de obra económica y destino final de su producción con valor agregado.
De allí que la promoción obsesiva de la anticoncepción, del aborto y del adoctrinamiento en tal sentido mediante la “educación sexual” desde la más tierna edad, es una constante en las exigencias. El Banco Mundial supedita el otorgamiento de créditos destinados al área social a la condición que se avance en tal sentido. Un ejemplo de ello es la cartera de Desarrollo Social que dirige la hermana del presidente, Alicia Kirchner, cuyos fondos son provistos por el Banco Mundial con la condición que se apliquen programas de “salud reproductiva”, es decir, anticoncepció n y aborto.
Basta entrar a la página de la agrupación “Barrios de Pié” que lidera Jorge Ceballos, de Patria Libre-actualmente funcionario del ministerio de Alicia Kirchner con rango de Director Nacional- y comprobar su adhesión y promoción a la liberación del aborto en nuestro país. Esta organización con origen en el grupo terrorista ERP de los 70, es una de las que el gobierno envía, con fondos públicos, a los llamados “Encuentros Nacionales de Mujeres” para promover el control demográfico entre los sectores más humildes y atacar a la Iglesia con manifestaciones realizadas al efecto de presentar a la misma como “aislada socialmente” y “alejada de las necesidades populares”.
El Nuevo Orden, no sólo actúa por intermedio de organismos financieros internacionales sino que también lo hace mediante una serie de “fundaciones filantrópicas” que alimentan y mantienen todo un elenco estable de panegiristas de sus políticas. Ya hemos descrito y probado en notas anteriores como desde la propia embajada de Gran Bretaña, la de EEUU o desde fundaciones como la Ford , Rockefeller de la familia homónima u Open Society de George Soros, se financia a grupos como el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) de Horacio Verbistky, el Instituto Social y Político de la Mujer (ISPM) de María José Lubertino, la Fundación de Estudios e Investigación de la Mujer (FEIM) de Mabel Bianco, el Centro de Estudios de Estados y Sociedad (CEDES) de Silvina Ramos o las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo de Hebe de Bonafini y Estela de Carlotto respectivamente.
Estos grupos “crean opinión” y “dan letra” para hacer las reformas estructurales que el Nuevo Orden necesita y son la cantera de la cual el gobierno de Kirchner nutre su administració n.
Hasta ha designado una “nueva” Corte de Justicia- con integrantes u adherentes de estos grupos como Zaffaroni y Argibay. Para ello machacan publicitariamente sobre una serie de “derechos” según su interpretació n, como de la “mujer”, “humanos”, “homosexuales”, “ambientales” o “laicistas” para imponer su plan.
El plan como dijimos más arriba no es otro que despoblar al máximo nuestro territorio (anticonceptivos, autorizaciones de abortivos, liberalizar el aborto, promoción del preservativo, educación sexual, esterilizaciones) ; volver inútiles a las FFAA (hambrearlas, desacreditarlas socialmente, perseguirlas sistemáticamente, cerrar bases y cuarteles); reformular la familia (promoción del concubinato, de las uniones homosexuales, devaluación de la patria potestad frente a los funcionarios del Estado, pornografía desembozada a toda hora con la complicidad del COMFER) y evitar que la Iglesia cumpla su cometido permitiéndosele solamente que se comporte como una o­ng al servicio de los proyectos de reingeniería social del Nuevo Orden. ¿Se acuerdan la primera decisión de la “nueva” Corte ordenado sacar la imagen de la Virgen del hall de acceso a los tribunales porteños?
El gobierno que llegó con la promesa de investigar la deuda externa y nada hizo, es el gobierno que más ha pagado a los organismos internacionales en la historia argentina. Al punto que le ha abonado, por adelantado, en dólares y sin quita, más de 9.300 millones al FMI y ha prometido ahora cancelar la deuda con el Club de París. Kirchner no sólo llevó y no trae de Suiza los fondos de Santa Cruz sino que tiene cuentas en la banca neoyorquina mientras llama a invertir en el país. Sus políticas “sociales” se encuentran totalmente diseñadas y monitoreadas por el Banco Mundial y por estas organizaciones que le sirven de cobertura.
En tal sentido, así debe entenderse la anunciada próxima reforma educativa que desde la cartera del ministro de la cartera se pretende llevar adelante para quitar cualquier vestigio de educación religiosa o nacional que pueda existir. Filmus, es director de la Facultad Lationoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) con sede central en Chile. FLACSO es un centro de adoctrinamiento que financian especialmente los think tank abortistas y anticristianos que operan bajo el nombre de Fundación Ford, Fundación Hewlett y Fundación MacArthur.
Estas fundaciones promueven la ideología funcional y necesaria en el hemisferio sur a los intereses del establishment euroamericano.
Al punto, que se ha dicho y no desde la derecha precisamente, que la Fundación Ford es un ducto de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) para lograr imponer políticas con la cobertura de personajes locales que resulten a los ojos desprevenidos “insospechables”. ¿Quién podía en los 70 imaginar al abogado de Roberto Santucho, Eduardo Luis Duhalde, pidiendo por los “derechos” de los travestis unos años después? ¿O a los denunciantes del “Plan Cóndor” compartiendo tribuna en el medio anticatólico Clarín con Henry Kissinger o en la masónica La Nación.
TOMADO DE WWW.TSUNAMIPOLITICO.COM

14 de noviembre de 2008

DESCREDITO DE LA ACTIVIDAD POLITICA


POLÍTICA Y VERDAD


Alocución televisiva de monseñor Héctor Aguer, arzobispo de La Plata en el programa “Claves para un mundo mejor”(Sábado 8 de noviembre de 2008)

“Hace unos días tuve una conversación con un joven, dirigente social, que lleva adelante una tarea importante, valiosa. Es una persona muy bien preparada, generoso en su brindarse a los demás,, y en el curso de la conversación se me ocurrió sugerirle que él tendría que iniciarse en la acción política, que tendría que dar un paso más adelante en su compromiso actual”.
“¿Qué me respondió? ‘Mire, yo no podría hacerlo Monseñor, porque a mí no me gusta mentir’. Le respondí que no era necesario mentir y él me replicó todavía: "Para dedicarme a la política tendría que vivir en la mentira”.
“Es tremendo que alguien preparado como para brindar ese servicio que la Iglesia considera que es un acto de caridad, porque la Iglesia habla de caridad política, no lo quiera hacer o no lo pueda hacer por una especie de traba moral, por un reflejo de honestidad”.
“La realidad debiera ser exactamente lo contrario pero eso es lo que se piensa generalmente de la acción política, en concreto, en la Argentina, y tenemos que reconocer que con razón se piensa así. En nuestra vida política falta la verdad. Es ésta una característica de nuestra decadencia cívica y cultural. Peor aún, nos estamos acostumbrando a que así ocurra. Somos engañados y nos dejamos engañar, nos resignamos al engaño.
Son muchos los que se dan cuenta de que las elecciones a las cuales nos sometemos periódicamente son engañosas y no responden a la verdad. Pero de acuerdo a la naturaleza de las cosas, la actividad política, precisamente, es obra de la virtud de la prudencia. Tanto los ciudadanos que participan activamente de la vida de la comunidad como los políticos profesionales, con mayor razón los gobernantes o los que desempeñan algún cargo cercano a los que gobiernan deben caracterizarse por su prudencia y la prudencia es la capacidad que tenemos de hacer la verdad, de realizar la verdad, de ponerla en la ejecución en bien de todos, a favor del bien común. Es todo lo contrario del escamoteo de la verdad. Aquí, en cambio, nos mienten y dejamos que lo hagan, que lo sigan haciendo una y otra vez”.
“Hay un verbo que usa San Pablo en la Carta a los Efesios, del que no existe en castellano una traducción exacta. El término es alethéuo. Este término podría interpretarse como ser veraz, o decir la verdad, pero también podría interpretarse en términos de acción equivale a hacer la verdad, a obrar de acuerdo a la norma de la verdad”.
“En el contexto que San Pablo lo usa, tiene que ver con el crecimiento de la persona y de la comunidad, con el aporte de la persona a la comunidad. Se trata de hacer la verdad en el amor. San Pablo habla en términos religiosos, eclesiales, se refiere al crecimiento espiritual de los cristianos y de la comunidad cristiana y ese crecimiento requiere hacer la verdad, vivir en la verdad, practicarla en el amor. Pero vale también para la sociedad civil, en la que sólo la verdad y el amor pueden asegurar una convivencia sana, pacífica, que permita el crecimiento de todos”.
“Allí tenemos los elementos de una sana convivencia política. Tratar de hacer la verdad, de ser veraces en la acción y, de esa manera, hacer crecer a la comunidad promoviendo una auténtica amistad social”.
“Volviendo a la experiencia que he relatado al comienzo, concluyo: cuánto hay que hacer para cambiar este ambiente asfixiante de la política local. No se trata simplemente de convencernos de un modo superficial de que las cosas pueden ser de otra manera. Es evidente que tiene que haber gente que se arriesgue y que, en medio de la mentira generalizada, se atreva a decir y a vivir en la verdad. También en el ámbito político”.

Mons. Héctor Aguer, arzobispo de La Plata

4 de noviembre de 2008

EL SISTEMA Y LO POLITICAMENTE CORRECTO

SOBRE LA DEMOCRACIA MODERNA



Breve disertación sobre Hegel y su influencia en la dictadura del pensamiento políticamente correcto de la democracia liberal.

Para Hegel el Estado sólo existe cuando los ciudadanos pueden encontrar satisfacción a sus intereses razonables y, a la vez, reconocen al Estado al reconocer su voluntad particular manifestada en la voluntad general a través de las leyes. Es decir, el Estado existe cuando es capaz de conciliar lo particular –los intereses particulares- con lo universal –la voluntad general-. Cuando esta conciliación se realiza, es entonces cuando el individuo es libre. Sin embargo, la realización de estos postulados en el Estado moderno, en la actual democracia moderna, ha llevado a la tiranía del pensamiento políticamente correcto o la llamada tiranía de la mayoría. La libertad de pensamiento y de realización de la persona, ha sido cercenada. Para Hegel, si un grupo no se ve representado por la voluntad general, generaría una facción dentro del Estado, opuesto al mismo. Para evitar esta posibilidad el Estado moderno ha destruido aquello que dice defender. Y lo ha hecho a través de un sistema de medios de comunicación, que al más puro estilo orwelliano, nos dice que debemos pensar –lo políticamente correcto- asegurando así un pueblo sumiso que vive en la ilusión de ser libre. A esta sumisión e ilusión se ha llegado haciendo uso de varios mitos.

La ingeniería social

Antes de hablar de los mitos voy a definir el término ingeniería social, que es fundamental para poder explicar con claridad lo que quiero decir. Por ingeniería social entiendo el conjunto de medios que el sistema utiliza para imbuirnos ciertas ideas, formas de pensar, esquemas mentales, etc. Esta ingeniería está en la televisión, la radio, los periódicos, internet, etc. Tras la repetición de ciertos hechos o ciertas ideas, de manera directa o indirecta, se lleva a que las personas asuman como propios ciertos postulados, que se incorporan a la conciencia colectiva, manifestada en lo políticamente correcto y a la cual no se puede contradecir sin sufrir una anatema social.

El mito del hedonismo y el vitalismo

Los medios de comunicación nos invaden con mensajes e imágenes que, de manera más o menos sutil, nos invitan a poner como fin de nuestra vida el placer (hedonismo) e igualmente se nos invita a dejarnos llevar “por lo que pide el cuerpo” (vitalismo). Su manifestación diaria está en: la mentalidad de la fiesta, del querer las cosas hechas, del no-esfuerzo, la sexualidad desordenada, la pornografía, el gusto por lo morboso y bajo, el poco interés por los temas culturales o humanísticos de verdad, la televisión basura, etc. Esto no deja de ser la más abyecta tiranía de las pasiones sobre la libre voluntad, lo cual persigue dos fines:
Se consigue que las personas sientan que sus intereses particulares son satisfechos, porque se les da la capacidad de satisfacer sus pasiones más inmediatas, que previamente se han inducido mediante la ingeniería social como el fin supremo de la existencia, lo cual da un falso sentimiento de libertad.
Se reduce el espectro existencial e intelectual de las personas. Poniéndoles como meta de su vida la satisfacción furibunda de sus pasiones, el irse de fiesta, la juerga, el pasar de todo y el “ser libre”, hacen que los individuos eludan cualquier búsqueda superior y más profunda.
Se cercena de raíz la pregunta sobre la verdad, las dudas existenciales, la vida verdaderamente intelectual, la introspección personal, etc.
Se llega, incluso, a reducir la riqueza de vocabulario. A esto hay que sumarle la inconsciente confusión mental de las personas, que viven con un montón de nociones difusas de diferentes ideologías, muchas veces incompatibles entre sí. Por tanto, las personas son bastante más fácilmente manipulables, lo cual nos lleva al segundo mito.

El mito del progreso

Junto al aumento de la manipulabilidad de la gente por la reducción de su espectro intelectual y existencial se les imbuye, mediante la ingeniería social, la idea del progreso.
La idea es que la humanidad avanza hacia un mundo mejor gracias a la razón. Así, la humanidad conseguirá –y consigue- un progreso indivisible:
progreso material, progreso intelectual, progreso moral, progreso de bienestar. Y todo este progreso es, por supuesto, bueno y deseable. Es el discurso de hoy día de la ampliación de derechos y libertades.
Como cualquier novedad es fruto del progreso, ésta se hace necesariamente buena, creándose, por tanto, un ambiente favorable a cualquier novedad, por aberrante que sea. Esto consigue una serie de cosas:
por un lado la gente vive en un estado de expectación hacia la novedad, esperando siempre que desde fuera le digan cual es la novedad de turno, completamente sumisos –aunque inconscientes de ello- a lo que la ingeniería social le diga que es ahora lo nuevo y, por tanto, lo bueno.
Por otro lado, se consigue que la persona evite enfrentarse con su soledad, con su interior, pues vive siempre expectante de lo de fuera.
Por otro lado, además de decirle a la gente que es lo nuevo y bueno, también se señala que es lo antiguo, lo viejo, lo ya pasado, lo que ya no merece la pena, lo que está anquilosado en el pasado. Normalmente coincide con la Iglesia Católica o cualquier visión sana de la realidad.
Y, finalmente, prepara el terreno para la farsa de la política. Como la mayoría de la gente no tiene la capacidad de hacer un análisis critico de las novedades que le imbuye la ingeniería social, la mayoría de la gente lo acepta como algo bueno y positivo.
Ahora es cuando el tablero está preparado para hacer creer a la gente que su voluntad se identifica con la voluntad general manifestada en las decisiones del gobierno.
Esto se consigue mediante la farsa de la lucha parlamentaria. Los progresistas, que son los políticamente correctos, los bonachones, los que usan de la razón para traer un mundo maravilloso tratan de poner la novedad que ya previamente ha calado en la conciencia social. Luego están los conservadores, que son los que malamente se enfrentan a la conciencia social, son los del orden y el atraso.
Son el elemento necesario para el sistema, porque hacen parecer que realmente existe una lucha, cuando en el fondo son lo mismo que los progresistas.
Me explico, los progresistas dicen que los cambios se tienen que hacer corriendo, que hay que construir el mundo nuevo y maravilloso ya; los conservadores, en cambio, dicen que los cambios hay que hacerlos poco a poco, en función de las transformaciones sociales. Transformaciones que, en muchos casos, produce de manera artificial la ingeniería social. Los progresistas corren, los conservadores andan. Pero los dos van en la misma dirección. Entonces es cuando comienza el gran teatro.
Los buenos progresistas tienen que luchar contra los malvados conservadores y, por supuesto, finalmente terminan consiguiendo lo que querían. Simple y llanamente porque ya la conciencia social lo acepta y lo ve como algo maravilloso, por lo tanto, lo pueden poner y es realmente imposible que no lo consigan. De esta manera, se refuerza el sentimiento en cada individuo de:
a) que ellos han llegado a la conclusión por si mismos de esta novedad, y también por sí mismos de que es buena;
b) que ellos han luchado también en la arena política para traer una gran mejora al mundo;
c) que han vencido, por lo que se reafirma su sentimiento de que su voluntad coincide con la voluntad general, manifestada en las leyes del gobierno.
¡Se ha conciliado la voluntad particular con la universal tal y como quería Hegel!
El problema es que todo esto no deja de ser una absoluta farsa. Por otro lado, los conservadores sienten que han perdido pero que han librado la batalla que debían… Pero ya está, ellos ahora asumen también como suyo el cambio realizado y, a partir de ahora, no se les ocurrirá cuestionarlo, porque ha sido una reforma necesaria por el cambio social, ha sido la voluntad del pueblo, es el progreso, etc.
Así la ingeniería social maneja y cercena la libertad de pensamiento de la población. T
odo este proceso consigue varias cosas:
a) hace creer a la gente que son libres, que han elegido libremente su lucha, sus pensamientos y su posicionamiento respecto a un tema, y que además el Estado es bueno porque ha cumplido con sus expectativas;
b) de que el mundo (o el país) progresa y eso es bueno;
c) de que su modo de vida se concilia perfectamente con las reivindicaciones que han abanderado, por lo que se reafirma en su estilo de vida vitalista y hedonista. Es un círculo vicioso del que la salida es difícil. Queda así claro que la democracia liberal es la gran dictadura del pensamiento políticamente correcto.

La finalidad

¿Cuál es la finalidad de esta dictadura del pensamiento?
La respuesta está en el otro gran aspecto del liberalismo: la economía. Con este sistema se consigue una gran cantidad de gente que vive presa de la novedad y de los impulsos que le transmiten desde la ingeniería social.
Es la manera perfecta de conseguir una masa aborregada que no se cuestiona nada y está ansiosa de novedades. Así, siempre está dispuesta a consumir las nuevas modas, tecnologías, tendencias, etc. Todo el sistema está hecho para favorecer el consumismo: la homogeneización social a escala mundial, la generación de necesidades artificiales, la publicidad, etc. Estamos inmersos en una sociedad sustancialmente económica donde se enriquecen unos pocos que a su vez son los que sostienen el sistema. La finalidad del sistema es, en última instancia, el beneficio económico desmesurado de unos cuantos, a costa de nuestra libertad. Pero tampoco debería extrañarnos, al fin y al cabo, los fundamentos políticos que han dado lugar a nuestra democracia liberal se encuentran en la filosofía burguesa que aspiraba a esto: el enriquecimiento económico.

Objeciones

Se podría responder que el Estado no nos quiere poco formados sino que nos invita a la lectura y nos pone escuelas.
Veámoslo con detalle.
El sistema fomenta la lectura de los libros que le interesan, es decir, los políticamente correctos. Cada cierto tiempo sale algún libro de moda que se lee todo el mundo, mas la lectura más profunda, de cualquier tipo que sea, no es promocionada.
Así que, nuevamente, el sistema nos dice que tenemos que leer, aunque por supuesto, siempre nos permitirá leer cosas políticamente incorrectas. Pero al precio de ser alguien políticamente incorrecto.
Las escuelas públicas enseñan lo que el Estado quiere. Es dejar en manos del Estado Progresista o Liberal si se quiere, la educación de nuestros hijos. Cuando hacemos eso pasan cosas como que el Estado nos los quiera adoctrinar ideológicamente como está intentando hacer el Kirchnerismo con Construcción de la Ciudadanía en Buenos Aires por ejemplo*.
Por otro lado, desde los dos partidocracia se ha resaltado la importancia de la enseñanza de cuestiones técnicas y del inglés. El conocimiento técnico, por muy importante que pueda ser para la actual coyuntura histórica no forma el espíritu humano, eso sólo lo hacen las humanidades.
Son las humanidades las que nos pueden enseñar de dónde venimos, qué somos y a dónde podemos ir. Una carrera técnica jamás enseñará eso. Pero las humanidades son cada vez más relegadas a un segundo plano, tienen menos salidas laborales, etc. El sistema nos quiere bien formados, pero no de una buena filosofía, de un buen humanismo o algo por el estilo.
El sistema quiere buenos técnicos para que sean buenos elementos de producción y así beneficiar a la economía.
Se podría argumentar que el sistema no quiere sólo que vivamos para nosotros mismos o únicamente de una forma vitalista o hedonista. Nos invita a ser solidarios, constantemente.
Esto es obvio, el sistema sabe que las personas necesitamos salir de nosotros y sentir que hacemos algo por los demás, es lo mínimo de la naturaleza humana. Pero el modo que nos ofrece el sistema es una salida fácil. No nos pide que "cambiemos el mundo" –eso es imposible, dice-, simplemente que hagamos algo sencillo: apadrinar un niño, dar dinero a una ong o hasta participar en algún grupo solidario.
Sin embargo:
Todas las actividades en las que nos incorporemos serán políticamente correctas o estaremos mal vistos socialmente.No implican un cambio en nuestro ser. Podemos seguir siendo igual de hedonistas, consumistas y vitalistas que siempre y ser a la vez solidarios, por lo que seguimos en la dinámica del sistema.
Todas las cosas que el sistema nos invita a hacer no cuestiona la raíz del mismo o, peor aun, la refuerza.
No se nos invita a pensar en las causas profundas que dan movimiento al sistema y que son las que causan muchas de las injusticias actuales. Simplemente se nos hace sentir bien porque hemos hecho lo que podíamos.
Pero el problema es de raíz, y a la raíz no se permite acudir. Ahora, no digo que participar en algunas de estas actividades no pueda ser bueno, simplemente que no son contradictorias con el sistema. Mas bien al contrario, lo refuerzan porque no cuestionan su raíz y nos hacen sentir satisfechos –aunque no hayamos conseguido realmente cambiar las estructuras que hacen posible tantos males-.
Se me podrá decir que el sistema me deja expresarme contra él y no pasa nada. Bueno, soy políticamente incorrecto y, por tanto, mal visto. En segundo lugar este texto nunca pasará de ciertos círculos. Jamás aparecerá en primera plana de un periódico o se debatirá del mismo en la televisión de manera justa. Y si algo de eso pasase no sería gracias al sistema, sino a pesar suyo.

El papel de la Iglesia Católica y su neutralización

Sin embargo el sistema no puede alterar la naturaleza profunda del ser humano. Este tiene anhelo de eternidad, de infinito, de verdad, de bien, de belleza y de justicia. Es a lo que aspira el ser humano, es el suspiro eterno que saldrá de su alma hasta que encuentre la Verdad. Es la religión quien da respuesta a estos anhelos humanos; el vitalismo, el hedonismo, el consumismo, etc. son un mal sustituto de la fe, que rápidamente nos cansan y hastían.
Pero la religión nos coloca en unos valores y en una forma sana de entender el mundo completamente opuesta al actual sistema. La búsqueda continua y sincera de la Verdad nos deposita por ejemplo en la Iglesia de Cristo, en la Iglesia Católica. Pero la fe que guarda la Iglesia tiene un conjunto de valores, una cosmovisión que es incompatible con el actual sistema. Y lo es, aunque mostrar esto requerirá de otro artículo.
El sistema es consciente de ello y quiere relegar a Jesucristo al ámbito de lo privado. Manifestarse hoy día como católico es algo políticamente incorrecto. Y es que, la verdadera enemiga del sistema es la Iglesia Católica. Si la Iglesia, tomando la expresión de Chesterton, hiciese uso de su dinamita, no sólo volaría un sistema injusto por naturaleza sino que podría dar el sustrato sano y firme para una buena sociedad.

La facción dentro del Estado y opuesto al mismo

Hegel afirma que cuando dentro del Estado hay un grupo que no se siente identificado con la voluntad general, crea una facción dentro del Estado opuesto al mismo. Si esto es cierto, evidentemente hoy la gran mayoría, por activa o por pasiva, se siente identificada con la voluntad general, puesto que no cuestionan el Estado, o mejor dicho, no cuestionan el mismo sistema.
Hay pequeños grupos que sí cuestionan al mismo sistema, aunque no todos se puedan decir que sean muy inteligentes. Es más, muchos de estos grupos antisistema son instrumentos del sistema.
Estos individuos sucios, con pintas raras, que acuden a la violencia y se dicen así mismos antisistema, no dejan de ser un instrumento del sistema para poder decir: ¿Qué prefieres, lo que hay o eso? Y la respuesta es obvia, nadie va a quedarse con “eso”. Por tanto, hay que realmente hacer una facción a esta tiranía, una oposición intelectual fundamentada en la fe, la tradición y la recta razón, con una visión cristiana de la sociedad, de la política y de la economía.

*Adaptado a la realidad Argentina

Pedro Jiménez de León