20 de febrero de 2009

VERDADERO SIGNIFICADO DE HOLOCAUSTO

Se usa hoy harto impropiamente este vocablo, puesto que en el término se prevé el sacrificio total de la víctima: carnalmente, significa que la víctima debe consumirse por combustión, vísceras incluidas; espiritualmente, que en la víctima debe extinguirse todo, hasta la voluntad más visceral y recóndita. Esto es, la víctima debe realizar la más total y anonadadora oblación de sí. En este holocausto de oblación se incluye el perdón de los enemigos, el poner la otra mejilla, la remisión a Dios de toda venganza o revancha.

No basta, pues, la matanza material ni aun de la mitad de un pueblo para hablar de holocausto. No sólo porque la aniquilación material no es total, sino porque el espíritu del sujeto se rebela contra su padecer, no perdona a su perseguidor, no ofrece a Dios su martirio. Cosas todas éstas que Cristo cumplió a la perfección, y que nadie más cumple sino uniéndose místicamente a Su oblación. Holocausto no es un concepto humano, sino sobrehumano (como todos los conceptos bíblicos, por lo demás). Holocausto es una de las muchas propiedades referidas a Cristo en exclusiva. Apropiársela es acto peligroso, erróneo de fijo aun si acaso no intencionadamente falseador.