20 de septiembre de 2009

CAMINO

Tu camino es duro.
Te falta aliento. Hay momentos en que quisieras arrojar al suelo esa moldura que te pesa, dejarte arrastrar por la pendiente y llegar a las granjas que humean allá abajo, como redes de azul sobre el fondo verde y gris de los prados y de los techos de pizarra.
Sientes la nostalgia del agua que duerme, y de los juncos claros, del remo que salpica y del sendero llano, sin esfuerzo, a lo largo de la ribera.
Quisieras no pensar en nada, lavar tu pensamiento del recuerdo de los hombres, y, tendido sobre la hierba mirar el cielo que pasa, surcado por el vuelo de un pájaro.
Pero no, ¡ hay que seguir ! No tiraras la mochila, ni dejaras caer el bastón. No miraras tus rodillas ensangrentadas. No escucharas el clamor de los odios, ni miraras esos ojos que sonríen maldades escondidas. Arriba es donde hay que mirar.
¡ No debe vivir tu cuerpo mas que para los lazos que le aprietan; tu corazón solo debe soñar en esas cimas que tu, y los otros, debéis alcanzar!

Leon Degrelle- Almas ardiendo.