22 de mayo de 2008

LA REPUBLICA PATRIOTICA O LA UNIDAD DE DESTINO

Cesar A. Romano

Definimos nuestro objetivo en transformar la Argentina en una República Patriótica, Social y Orgánica. Es lo que coronará la recuperación de la Nación del yugo que la aprisiona desde hace mas de 150 años.

Para formar parte de una empresa de esta naturaleza habrá que ser como mínimo patriota, entendiéndose por tal aquel que siente amor por el suelo donde nació, por su gente, su historia que es la historia común.


Familia Nación y Fe


Pero no solo aspiramos a esa mínima cualidad que no pasa de ser un sentimiento, noble, pero que solo el esclarecimiento lo profundiza, y lo hace operante al mismo tiempo que hace discernir sobre que es lo que se quiere para esa tierra que se ama, y que es aquello que la daña y disminuye o anula y destruye, y que ataca también por consecuencia al primer arraigo del hombre, la familia. Saber esto ultimo es saber quien es el enemigo tanto de ese suelo querido como de la familia a la que se pertenece.

Nada puede ser bueno para la Patria y malo para la familia al mismo tiempo o viceversa, si el sistema al que se aspira esta ordenado al Bien Común, arraigado al mismo tiempo en un sentido religioso de la vida..

La Patria no deja de ser un conjunto de familias unidas por un destino colectivo, en una tierra que le sirve de entorno, con un futuro a construir, una lengua, una raza, una cultura, y signada también y principalmente por la religión. Es lo que José Antonio llamara en su ya famosa frase unidad de destino en lo universal.

De allí que esa unidad de destino comenzará a forjarse en la familia, el lugar del primer arraigo del hombre. De allí la necesidad de una formación en el patriotismo de sus miembros y una tarea educadora permanente que vaya en dirección de formar al patriota, de esclarecerlo, dándole al mismo tiempo un sentido heroico de la vida

De esta manera la Patria, la Nación, con las particularidades ya mencionadas, pertenece al orden natural, es algo ya dado por Dios al hombre de manera tal que al igual que la familia, no hay forma de elegir en que Nación, naceremos. Lo que el hombre no puede cambiar es naturaleza, en lo que si puede influir es en la historia y lo que el hombre crea es cultura.

Lógicamente esta Nación puede sufrir modificaciones de diversa especie a lo largo de la historia, de distinta naturaleza que acarrearan cambios en su temperamento en su modalidad de ser en su cultura. Recuérdese sino los enormes cambios de todo tipo que ocasionara la inmigración, abierta indiscriminadamente por los liberales. Los cambios que produjo en la composición racial y en el carácter de nuestra Patria.Las consecuencias políticas, económicas, sociales y religiosas que acarreo, en algunos casos beneficiosas, pero en su mayoría desgraciadamente en desmedro del sentir patriótico de los argentinos en general y favoreciendo a la importación de doctrinas contrarias justamente a ese patriotismo (anarquismo, socialismo, comunismo) o partidarias de la secta de la Masonería ya bastante difundida aquí, receptada su doctrina por nuestra constitución y legislación, pero que con la inmigración trajo nuevos adeptos y renovados bríos para luchar contra la Iglesia Católica, a la vera de la cual había nacido y crecido la Argentina.

Debemos reconocer justamente la primacía de la Iglesia en nuestro proceso de formación como Nación diciendo como lo expresara Belloc que la misma es la muestra mas acabada del temperamento nacional, en este caso de nuestra Argentina bendecida por la Iglesia desde su nacimiento. Esto es, con las primeras fundaciones españolas, no como comúnmente se dice desde hace solo 200 años.

Es justamente España que evangelizó estos territorios, llevando la Cruz de Cristo a los infieles, la mas viva expresión de la unidad entre Nación y Fe. Unidad a la que por herencia de aquel extraordinario Imperio, nos debemos. Es la idea que alentamos al pensar luchar y militar en pos de la República Patriótica.


Nación y Estado


La Nación, que pertenece al orden natural, es desde una perspectiva de valores éticos, la suprema jerarquía. No existe nada, ni dentro ni fuera de la nación, superior a la Nación misma. Ya hemos visto que la pertenencia de la persona a la Nación es inevitable e ineluctable.

El Estado se origina como una necesidad de orden y autoridad que requiere toda estructura y debe representar fielmente los intereses de la Nación, del común de la gente, pero no solo de la gente que existe actualmente, sino de aquello que nos ha sido legado por nuestros antepasados y orientada hacia el futuro, en relación a aquellos que nos sobrevendrán.

Esta voluntad se expresa, en una república como la que queremos, conforme el orden natural, justamente en los cuerpos naturales surgidos de la comunidad como las entidades de fomento en el orden municipal, sindicatos de trabajadores, corporaciones y cámaras en el orden económico social, colegios profesionales en orden a la Justicia, las obras públicas, la salud y la educación. las FFAA y de Seguridad en el orden de la defensa y la seguridad interior de la Nación.

De allí que la República Patriótica este íntimamente relacionada con la organicidad, con la República Orgánica y con la República Social como veremos mas adelante.

Dejemos desde el vamos aclarados que esos órganos a los que nos referimos surgen de la misma naturaleza asociativa del hombre, de allí la naturalidad y lógica de su existencia. Nada tienen que ver con partidos políticos y facciones que solo representan intereses de clase, de núcleos que se mantienen agazapados escudándose en la supuesta representación popular, muchas veces atados a intereses foráneos o a teorías que solo buscan cambiar o desvirtuar el ser nacional como ocurre en la actualidad

Diremos a lo que aspira la vertiente patriótica de la república, es al nacionalismo, el esclarecido amor a la Patria plasmado en órganos de gobierno que conduzcan a su fin la voluntad nacional llevando a la practica la resolución de un pueblo, tendiente a conservar el ser genuino de la Nación, su propio estilo de vida, asegurando el cumplimiento de un destino histórico, de la misión que Dios le reservara a esa Nación en el mundo.

Para el nacionalismo, los principales protagonistas de la historia son justamente las Naciones.


El deber de luchar


Tenemos la Nación, la Patria, pero desvirtuada, devaluada, y casi destruida por el enemigo se llame este liberalismo o marxismo, ambos se plasman en este régimen opresor y usurpador creador de este Estado. Un Estado, no como el que mencionamos en el punto anterior sino uno que, desde Caseros, esta radicalmente contra los intereses de la Patria. El enemigo conduce al Estado y con ello a la Nación, en la dirección del mundialismo, del Imperialismo Internacional del Dinero, en sintonía con el mas grande poder que haya oprimido jamas a la humanidad. Conduce a la Nación a su anulación y extinción definitiva como tal.

La lucha contra el régimen resulta algo vital, algo a lo que nos llaman nuestros antepasados patriotas y nuestros próceres que dieran todo por la Argentina.

Es necesario entonces la conquista del Estado para reformularlo poniéndolo en sintonía con la Nación que Dios nos legara.

Nada podremos hacer sin sacrificio, sin esfuerzo. Nada podremos hacer sin conquistar primeramente un espacio de poder para nuestras ideas y posteriormente mostrar a nuestros compatriotas que podemos ser poder para volver a la Argentina a su quicio, al orden natural del que jamas debió haber salido.

Llama la atención y mueven a ira personas que se dicen católicas que llaman a votar por personajes francamente detestables basados en normativas y constituciones masónicas, esbirros de este régimen opresor, igualmente aquellos que no quieren “contaminarse” con la política, llamando a un iluso y angelista apoliticismo, cuando justamente las medidas antipatrióticas y anticatólicas provienen de quienes usurpan el Estado y hacen política justamente para destruir la Nación y expulsar definitivamente a Cristo de sus instituciones y su cultura. No podemos por ello crear la República Patriótica y el Estado Nacionalista sin lucha, sin militancia, sin compromiso. Sin la idea que solo la conquista del poder nos permitirá Recuperar la Patria. En eso estamos y no cejaremos

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