Aquel país que se acercaba poco a poco al precipicio, era el “mejor alumno” de los nuevos vientos económicos, la mejor estratega y la más moderna, de acuerdo a las versiones del FMI. Recordemos que el mismo organismo causó otros fracasos que fueron anunciando la gravedad de los errores del sistema financiero internacional respecto de los países subdesarrollados que solo llevaba a más subdesarrollo, más miseria y más exclusión:
Efecto tequila, crisis en Rusia, efecto caipiriña, Turquía y otras economías. Argentina obligada por el estallido social pasó desde 2003 hasta este momento a un modelo de orden elemental de corto plazo. Esto consistió en devaluación, políticas Keynesianas, declaración del default, alejamiento del FMI pagando inclusive a este para evitar la dependencia. Consigue un superávit fiscal y de balanza comercial, aumenta las exportaciones en los sectores que puede, utiliza su capacidad ociosa para producir,protege su mercado interno.
Todo esto en un nuevo contexto mundial propicio ya que los países como China, India y otros ya desarrollados, aumentan su demanda de productos primarios. Lo anterior sumado a un tipo de cambio favorable produjo una transformación importante en la economía Argentina. Lamentablemente aun se sigue con una gran dependencia de los intereses internacionales que no permiten decisiones más profundas, sumado esto a una falta de estrategia y de proyecto hacia la consolidación de una mejora consistente de la economía.
Sugerimos de este breve encuadro de la problemática vivida en nuestro país, un nuevo programa económico que consolidando algunos últimos aciertos y basados en las experiencias de fracasos ya pasados, nos permita desarrollar un nuevo modelo político – económico – social, que responda a esta nación llena de un potencial indiscutible quepermita recobrar un estado de bienestar para sus habitantes, y ocupe el lugar preponderante en el concierto de naciones”.
Efecto tequila, crisis en Rusia, efecto caipiriña, Turquía y otras economías. Argentina obligada por el estallido social pasó desde 2003 hasta este momento a un modelo de orden elemental de corto plazo. Esto consistió en devaluación, políticas Keynesianas, declaración del default, alejamiento del FMI pagando inclusive a este para evitar la dependencia. Consigue un superávit fiscal y de balanza comercial, aumenta las exportaciones en los sectores que puede, utiliza su capacidad ociosa para producir,protege su mercado interno.
Todo esto en un nuevo contexto mundial propicio ya que los países como China, India y otros ya desarrollados, aumentan su demanda de productos primarios. Lo anterior sumado a un tipo de cambio favorable produjo una transformación importante en la economía Argentina. Lamentablemente aun se sigue con una gran dependencia de los intereses internacionales que no permiten decisiones más profundas, sumado esto a una falta de estrategia y de proyecto hacia la consolidación de una mejora consistente de la economía.
Sugerimos de este breve encuadro de la problemática vivida en nuestro país, un nuevo programa económico que consolidando algunos últimos aciertos y basados en las experiencias de fracasos ya pasados, nos permita desarrollar un nuevo modelo político – económico – social, que responda a esta nación llena de un potencial indiscutible quepermita recobrar un estado de bienestar para sus habitantes, y ocupe el lugar preponderante en el concierto de naciones”.
ESQUEMA FINANCIERO INTERNACIONAL
GATT (Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio)
Club de Paris
FMI. (Fondo Monetario Internacional)
Banco Mundial
Banco Interamericano de Desarrollo
CEPAL (Comisión Económica Para América Latina y el Caribe)
Argentina y el Sistema Financiero Internacional.Apéndice.
Juan D. Perón no se adhiere al FMI (ve su política de dominación)
1956 La Argentina se asocia al FMI con su primer crédito (Ministro Adalberto Krieger Vasena)
Toma crédito. Acepta reglas de juego liberales. Modifica el sistema financiero interno.
1973- Crisis del petróleo, alta liquidez mundial – bajan las tasas internacionales. Argentina toma crédito, libera el sistema financiero, permite la incorporación a su sistema de la banca extranjera.
En 1976, el endeudamiento llega a U$S 8000 millones (alto porcentual del PBI)
Dictadura Militar de 1976. Genera un aumento del endeudamiento (compra armentista, fuerte ante hipótesis de conflicto externa).
Descapitalización de empresas estatales.
1982 guerra Malvinas, presión internacional, refinanciamiento, déficit y baja de exportaciones.
1983-1989. Se genera inflación, baja el PBI, en medio de un proceso neoliberal.
1990. Nuevo liberalismo bajo la denominación de Consenso de Washington. Se realizan un brutal proceso de privatizaciones y concesiones. Entrega de recursos vitales para la economía nacional.
1990-2001. Argentina dependiente de los vaivenes de los mercados externos. Se realiza además un modelo de convertibilidad monetaria sin respaldo productivo, lo que lleva a un alto endeudamiento a tasas usurarias. La deuda externa ahoga todo tipo de posibilidad de desarrollo sustentable e inserción en un marco internacional con posibilidad de negociación seria respecto a los intereses nacionales.Llega Fernando De la Rúa y luego Eduardo Duhalde. Ya con una situación insostenible en el 2000/01, la Argentina cae definitivamente así en el Megacanje, corralito, inflación, crisis social y default. Se destruye así, definitivamente, el sistema de convertibilidad monetaria que imperó durante más de 10 años.
Graves errores cometidos por la República Argentina
Argentina queda presa del sistema financiero internacional, lo que paga perdiendo el Estado de Bienestar que había conseguido, agudizando su subdesarrollo.
Argentina debería haber utilizado otra fórmula para aprovechar las reglas de juego internacional y obtener alguna posición que favoreciera sus intereses.
Tomó endeudamiento para consumo o para paliar déficit, no para el crecimiento.
Tuvo nula política de desarrollo industrial competitivo.
No buscó mercados que permitieran su desarrollo.
Se endeudó en moneda extranjera.
Apertura indiscriminada de capitales golondrina.
Entregó todo tipo de prebendas al sistema financiero nacional, aceptando reglas de juego inadecuadas para preservar el interés nacional.
Se llevó adelante una aceptación de la banca internacional que entró sin condiciones a nuestro sistema bancario.
Equivocó su política monetaria (arma fundamental de un Estado soberano).
Revaluó la moneda sin sustento lógico.
Fomentó la especulación financiera, la pérdida de la confianza en la producción, la moneda, el trabajo, el marco jurídico.
No desarrolló ninguna estrategia para una inserción mundial de productos con alto valor agregado. Grave ejemplo de esto, desactivó la fabricación de aviones militares, submarinos, misiles, plantas de energía atómica y otras tecnologías.
Se llevó adelante la entrega de los sectores estratégicos para el desarrollo a empresas extranjeras, otorgando excepciones impositivas a estas corporaciones.
En política fiscal se gravó el consumo, no las ganancias (salvo el Impuesto a las Ganancias de los últimos tiempos), no se estimuló el consumo de productos nacionales. En los noventas se hizo una apertura a la importación indiscriminada, lo que derivó en una transferencia de recursos al exterior mediante el déficit de balanza comercial que agotó reservas.
Lo anterior hizo temblar al sistema financiero, el cual recibió el embate de la demanda de moneda extranjera ante las dudas del funcionamiento de la economía nacional.
Demostración de la permeabilidad del Estado ante los capitales golondrina teniendo que aceptar tasas de interés usurarias para obtener dinero y sustentar reservas.
Estas tasas a su vez impactaron sobre el costo de dinero en el mercado interno lo que termino con una alta restricción de la demanda, y por su puesto recesión y tras de esto; desocupación. A pesar de esto, hasta 2003 no se aplicó ninguna política Keynesiana, no se denuncio el contexto perverso de los Préstamos Internacionales y se mantuvo la política neoliberal impuesta por los países del Primer Mundo que por supuesto no aplicaban estas recetas recesivas en sus propias economías. Llegamos así al golpe final y default del año 2001, lo que confirmó al mundo lo erróneo de las políticas aplicadas en Argentina.
Aquel país que se acercaba poco a poco al precipicio, era el “mejor alumno” de los nuevos vientos económicos, la mejor estratega y la más moderna, de acuerdo a las versiones del FMI. Recordemos que el mismo organismo causó otros fracasos que fueron anunciando la gravedad de los errores del sistema financiero internacional respecto de los países subdesarrollados que solo llevaba a más subdesarrollo, más miseria y más exclusión: Efecto tequila, crisis en Rusia, efecto caipiriña, Turquía y otras economías. Argentina obligada por el estallido social pasó desde 2003 hasta este momento a un modelo de orden elemental de corto plazo. Esto consistió en devaluación, políticas Keynesianas, declaración del default, alejamiento del FMI pagando inclusive a este para evitar la d ependencia. Consigue un superávit fiscal y de balanza comercial, aumenta las exportaciones en los sectores que puede, utiliza su capacidad ociosa para producir, protege su mercado interno.
Todo esto en un nuevo contexto mundial propicio ya que los países como China, India y otros ya desarrollados, aumentan su demanda de productos primarios. Lo anterior sumado a un tipo de cambio favorable produjo una transformación importante en la economía Argentina. Lamentablemente aún se sigue con una gran dependencia de los intereses internacionales que no permiten decisiones más profundas, sumado esto a una falta de estrategia y de proyecto hacia la consolidación de una mejora consistente de la economía. Sugerimos de este breve encuadro de la problemática vivida en nuestro país, un nuevo programa económico que consolidando algunos últimos aciertos y basados en las experiencias de fracasos ya pasados, nos permita desarrollar un nuevo modelo político – económico – social, que responda a esta nación llena de un potencial indiscutible que permita recobrar un estado de bienestar para sus habitantes, y ocupe el lugar preponderante en el concierto de naciones.
Pasos a seguir
Lo político influye en lo económico y viceversa, es por ello que debemos desarrollar reformas de Primera Generación:
Nuevo sistema bancario (orientado al desarrollo con bajas tasas de crédito a la producción. Sistemas factibles como la ha demostrado la banca islámica, con nuevas opciones crediticias en la lucha contra las tasas usurarias.
Plan nacional de vivienda que cubra el faltante de oferta de la misma. 1.000.000 de viviendas construidas en forma compartida entre el Estado, empresas inversionistas y particulares. 1.000.000 de viviendas más económicas construidas por el Estado en todo el territorio nacional facilitando el acceso a la primera vivienda familiar del trabajador.
Inversión en desarrollo en un plan científico.
Endeudamiento sólo en moneda nacional para deuda externa e interna.
Urge en lo posible bajar la deuda para evitar la carga financiera.
Cambio del sistema financiero. Modificación de la Ley de Entidades Financieras.
Cambio del sistema bancario por una banca para el desarrollo.
Propuesta de asociación estratégica a China y América del Sur.
Orden político.
Explotación del modelo ecológico Argentino para transformarlo en cancelación de deuda externa.
Nueva cultura productiva sindical.
Apoyo a la agro-ganadería para duplicar en 4 años las exportaciones vía crédito blando, desarrollando una infraestructura modernísima.
Planes de estudio acordes a las necesidades científicas del país.
Reducir el crédito al consumo.
Estrategia internacional para el desarrollo comercial de Argentina.
Sistema de educación, sobre el proyecto de orden y nacionalidad.
Nuevo proyecto de desarrollo federal usando las ventajas comparativas de cada provincia.
Nueva oferta educativa universitaria ordenada a la nueva necesidad sociales.
Desarrollo de la nueva capital Argentina. Proyecto Viedma.
Triplicar el PBI como objetivo primario.
Cambio del sistema judicial.
Modificación del sistema de seguridad.
Propuesta de pago de la deuda con producto de alta tecnología o alimentos para el mundo.
Política ampliada para el turismo mundial en la Argentina.
Plan nacional de ampliación energética – tecnologías simples y nacionales.
Urgente progreso en el funcionamiento del Banco Latino para el desarrollo con Bolivia, Brasil, Chile, Venezuela, México; Uruguay, Perú, etc.
Política pública, generación de trabajo, eliminación de planes de subsidio al desocupado.
Servicio militar (del ciudadano para el futuro) obligatorio dando preparación laboral, educación y desarrollo en el arte militar.
Simplificación del sistema impositivo.
Nueva explotación de recursos del petróleo y la minería en esfera ESTATAL.
Profundizar la política monetaria, fiscal, cambiaria, arancelaria, política de control de la inversión extranjera.
Definición de que estado pretendemos (ordenador de servicios para el desarrollo)
Reformas de Segunda Generación:
Corregir deformaciones en la función y producción.
Racionalizar estructuras.
Eliminar complejidad normativa y PROCEDIMENTAL.
Modernizar la tecnología de gestión.
Cambiar pautas culturales.
Obligar a rendir cuentas a los funcionarios. Determinar responsabilidades.
Transparentar las asignaciones de recursos y los resultados de gestión.
Coordinación INTRAORGANIZACIONAL.
Instauración de un Estado que intervenga sin ser intervencionista en demasía, que aliente la actividad económica sin beneficiar a sectores dominantes buscando siempre el plano de la equidad, reduciendo la incertidumbre para que se puedan desarrollar las fuerzas productivas.
Introducción
Después de observar la estructuración de la economía mundial, y en particular, la argentina, es necesario comenzar a dilucidar algunos de los medios para poder encarrilar a la economía hacia el desarrollo pleno del hombre. Desde el punto de vista ético y hasta escatológico, las teorías políticas han justificado su existencia en pos de algo común entre ellas: el bienestar del hombre. Sin embargo, muchas teorías puestas en práctica han quedado totalmente refutadas, pues no han logrado su cometido.
Quizás muchas veces, los ejercicios mentales cierran al 100 por ciento, pero la realidad es mucho más compleja. Y a medida que la humanidad fue evolucionando, el hombre ha necesitado nuevas respuestas a sus necesidades. A decir verdad, mirando la historia desde la perspectiva actual, las cuestiones político-económicas que se han desarrollado hasta el momento han tenido su vida útil. Simplemente, el devenir histórico modifica las estructuras político-económicas para allornarlas a las realidades contingentes.
Pensar que el Capitalismo regirá las vidas del mundo occidental eternamente; que mas allá de él solo existe el abismo, es una actitud apocalíptica inaceptable. Algún señor feudal del siglo XIII habrá pensado que el contrato feudo-vasallático que regía su realidad política podría ser eterno, pero no lo fue. Así también pasó con el latifundismo absolutista y el industrialismo imperialista del siglo XIX. El siglo XX fue un momento de enfrentamientos ideológicos. El capitalismo liberal, el comunismo y el industrialismo fascista se enfrentaban en cruentas guerras. Durante la segunda guerra de los 30 años (Primer y Segunda Guerra Mundial) toda la producción estaba destinada para una maquinaria bélica que causó la muerte a más de 100 millones de personas. Con la caída del Eje, nace junto a la Guerra Fría el bipolarismo.
A pesar de las diferencias superficiales entre las dos doctrinas políticas (el liberalismo norteamericano-en reemplazo del británico- y el comunismo soviético) de fondo se trataba de dos producciones capitalistas. Una que se basaba en la inventiva privada, la otra, de monopolio estatal. A mitad de los años 70s el mundo vivió algunas transformaciones. Por un lado comenzaba el deterioro del sistema soviético que se iba a profundizar en la década de 1980. Por otro lado, el sistema de producción capitalista y occidental comenzaba a progresar tecnológicamente.
Esto originó el comienzo de las producciones a gran escala, que por otro lado, necesitaba fuentes de financiamiento para el consumo de los millones de bienes y servicios que se creaban. Con el fin de la guerra fría surge la idea de la globalización. Como afirma Carlos Nahuel Oddone en su texto “Mercados emergentes” David Held identifica tres grupos intervinientes en el estudio de la globalización: los hiper-globalizadores, los escépticos y los transformacionalistas.
Los hiperglobalizadores sostienen que la globalización contemporánea define una nueva era en la cuela los pueblos de todo el mundo están cada vez más sujetos a la disciplina del mercado global[1]. Los escepticos, como Paul Hirst y Thompson, postulan que la globalización es esencialmente un mito que oculta la realidad de una economía internacional cada vez más segmentada en tres bloques económicos importantes, en los cuales aún los gobiernos nacionales siguen siendo muy poderosos. Los transformacionalistas, a su vez, afirman que la sociedad mundial está viviendo un momento de incertidumbre, en medio de un cambio profundo que se da a nivel internacional por la ínter-conectividad de las sociedades. Desde el punto de vista doctrinal la pelea dentro del sistema capitalista occidental se dividió entre los monetaristas e intervencionistas. Los primeros, influenciados fuertemente por las ideas liberales del siglo XIX y los intervencionistas –aunque también liberales- seguidores de los conceptos de intervención estatal de Keynes.
Los neoliberales defienden la no intervención estatal. “Existe la creencia generalizada de que los asuntos económicos están sometidos a irresistibles leyes naturales comparables a las leyes de la física. Esta creencia es falsa. Y lo que es más importante, las decisiones y las estructuras que se basan en esta creencia son desestabilidazoras económicamente y peligrosas desde el punto de vista político”[2] Esta opinión la da el inversor y empresario más importante de los 90s, George Soros, quien además afirma que “los mercados financieros se comportaron de manera más perecida a una bola de demolición, oscilando de un país a otro y golpeando a los más débiles”.
Surgimiento del GATT
Desde mediados del siglo XIX, hasta la Primera Guerra Mundial, Gran Bretaña en su carácter de gran potencia mundial, había sido el eje dominante del comercio internacional, que sin estar institucionalizado se hallaba basado en el librecambio, debido a su economía fuertemente dependiene del comercio exterior, es decir, un sistema sin trabas comerciales y barreras arancelarias importantes, que no tenía tampoco obstáculos serios para el movimiento de los factores de la producción - trabajadores y capitales- y convertibilidad de las monedas al patrón oro, siendo la principal la libra esterlina.Al terminar la Primera Gran Guerra, Gran Bretaña, a pesar de haber sido uno de los países triunfadores de la contienda bélica, a raíz de la pérdida de poder ocasionado por los esfuerzos de la guerra, empezó a dejar de ser el centro de la política internacional.Esto impactó en las relaciones económicas internacionales, diluyéndose gradualmente en líneas generales el sistema liberal del comercio internacional.La Gran Depresión de 1929 y la crisis económica mundial que se desató con tal motivo, acentuó la decadencia del sistema comercial, por lo que los gobiernos ya sea por estrategias o para proteger sus economías internas de la recesión, se volcaron a un nacionalismo económico proteccionista, utilizando como instrumentos la elevación de los aranceles aduaneros y la fijación de limitaciones a la importación.
En 1930, Estados Unidos promulga la ley Smooth Hawley por la que se aumentan los aranceles de 900 artículos. Gran Bretaña a su vez, abandona el patrón oro en 1931 y en 1932 aprueba la Ley de Derechos de Importación, con lo que acaba con un siglo de libre comercio. El comercio internacional descendió de tal manera que a fines de 1932 el volumen del intercambio de manufacturas había bajado un 40 %.Ante estas circunstancias, a partir de 1934, al ratificar la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos, Estados Unidos -potencia ascendente- comienza a aplicar una política comercial basada en la negociación de acuerdos bilaterales de comercio con determinados países, que básicamente consistía en la apertura de los mercados mediante la reducción de aranceles por productos, a cambio de un trato equivalente o recíproco, es decir, utilizando el principio de la reciprocidad.
El “bilateralismo” sustituye así al “libre cambio” como forma predominante de las relaciones económicas internacionales y se caracteriza por el aumento significativo de los aranceles aduaneros y el establecimiento de restricciones cuantitativas a los intercambios internacionales, fijándose topes a la importación de cada mercadería. Se instaura el monopolio estatal sobre el comercio exterior, el control de cambios y la no convertibilidad de las monedas nacionales, o sea que si un Estado tenía un saldo acreedor al final del ejercicio respecto de otro, no podía emplearlo en la adquisición de productos o en saldar cuentas con terceros países.
El “bilateralismo” subsistió hasta el termino de la Segunda Guerra Mundial. Al concluir ésta, emergen en la escena internacional como potencias excluyentes los Estados Unidos y la Unión Soviética, lo que trae aparejado que por primera vez en la historia, el centro de decisión político mundial deja de ser Europa y se traslada a un país americano y a otro euroasiático. Se conforman dos bloques ideológicos con sus respectivas “esferas de influencias”.Los Estados Unidos, siguiendo la visión liberal de sus gobernantes, pregonan la reconstrucción del mundo de posguerra, lo que para ser posible, desde el punto de vista económico, debía estar estructurado sobre la base de instituciones.De esa manera, en 1944, en Bretton Woods (EE.UU.) se crean el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, y el Fondo Monetario Internacional, que van a estar dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como organismos especializados.
La función del Fondo era la regulación de la balanza de pagos de los países que solicitaran auxilio financiero a dicha institución, cuando se encontraran con déficit; los préstamos se concedían por plazos breves -un año a un año y medio-. A su vez, la tarea encomendada al Banco consistía en sostener la tasa de inversión principalmente de los países destruidos por la guerra para reconstruirlos, y posteriormente fue la de ayudar a los países en desarrollo; los créditos que otorgaba eran, lógicamente, a largo plazo (diez años en adelante).
En cuanto a la institucionalización y regulación del comercio internacional, entre 1946 y 1948, a instancias del Consejo Económico y Social de la ONU, se realizaron sucesivas Conferencias en Londres, Nueva York, Ginebra y La Habana, con la intención de crear una Organización Mundial del Comercio (OMC) con la finalidad de quitar las barreras que los estados habían puesto al comercio internacional, principalmente desde la crisis de los años 30.La versión final de la OMC se elaboró en La Habana en 1948, pero dicho tratado no fue ratificado por los Estados -solo Australia y Liberia lo ratificaron- y por ende no entró en vigor. En Estados Unidos, el principal problema para no ratificarlo se dio por las diferencias que existían entre los proteccionistas, que se agrupaban en torno al Departamento de Agricultura y el Congreso y los defensores del libre comercio del Departamento de Estado, influenciados por Cordell Hull. Así, no viendo posibilidad de ratificación del tratado en el Congreso, el presidente Truman ni siquiera lo presentó para su tratamiento.Como era sumamente difícil conformar una organización internacional del comercio, el Poder Ejecutivo y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, con un conjunto de países occidentales deciden en 1947 en Ginebra -antes de la Conferencia de La Habana- crear el Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio (GATT), como un acuerdo de regulación de las relaciones comerciales entre las partes firmantes, con el objetivo de liberalizar el comercio de bienes manufacturados, con la reducción progresiva de los aranceles aduaneros, usando como herramientas los principios de la “Nación más favorecida” y la “reciprocidad”. Recién en la Ronda Uruguay del GATT en 1994, se establecieron los cimientos que dieran origen a la Organización Mundial del Comercio, dependiente de las Naciones Unidas, que comenzó a regir a partir de enero de 1995.
A partir del GATT, la diferencia con relación al período de entre guerra, estuvo basada en el hecho de que el trato de la nación más favorecida no se daba en forma bilateral, sino multilateral. Es decir, que todos los firmantes del GATT se comprometían a otorgarse mutuamente dicha cláusula de manera automática y por medio de negociaciones comerciales entre los Estados -generalmente los de mayor poder económico-, reduciendo recíproca y progresivamente los aranceles aduaneros producto por producto. Así, cuando un país concedía una reducción arancelaria de un X % sobre determinado producto a otro, automáticamente esta rebaja se extendía y beneficiaba a todos los demás Estados partes.
A la vez, los Estados ya no podían elevar dichos aranceles, en virtud de lo que se llamó la “consolidación de los compromisos”En conclusión, en este marco regulatorio económico internacional, haciendo uso del Art. XXIV del GATT, se resguardan los procesos de integración económica regional, siendo el primero de ellos el proceso iniciado en Europa en el año 1950, que ha dado origen también al derecho de integración regional.A medida que el proceso europeo se iba perfeccionando, los demás Estados empezaron a percibir los procesos de integración como una nueva forma de encarar el desarrollo económico, buscar la paz y fortalecer el poder de negociación internacional, y nacen así, en el continente americano, el Acuerdo de Libre Comercio para América Latina y el Caribe en 1960, el Mercado Común Centroamericano en 1960, el Pacto Andino en 1969, y en Europa, la Asociación Europea de Libre Comercio en 1959, entre otros. No solo los procesos de integración económica jugaron un papel clave para el crecimiento económico de los países. A priori, luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial comenzó a organizarse una estructura financiera internacional de apoyo a países que más devastación y carencias heredaron del gran conflicto bélico.
La Comisión TrilateralEn 1930, Estados Unidos promulga la ley Smooth Hawley por la que se aumentan los aranceles de 900 artículos. Gran Bretaña a su vez, abandona el patrón oro en 1931 y en 1932 aprueba la Ley de Derechos de Importación, con lo que acaba con un siglo de libre comercio. El comercio internacional descendió de tal manera que a fines de 1932 el volumen del intercambio de manufacturas había bajado un 40 %.Ante estas circunstancias, a partir de 1934, al ratificar la Ley de Acuerdos Comerciales Recíprocos, Estados Unidos -potencia ascendente- comienza a aplicar una política comercial basada en la negociación de acuerdos bilaterales de comercio con determinados países, que básicamente consistía en la apertura de los mercados mediante la reducción de aranceles por productos, a cambio de un trato equivalente o recíproco, es decir, utilizando el principio de la reciprocidad.
El “bilateralismo” sustituye así al “libre cambio” como forma predominante de las relaciones económicas internacionales y se caracteriza por el aumento significativo de los aranceles aduaneros y el establecimiento de restricciones cuantitativas a los intercambios internacionales, fijándose topes a la importación de cada mercadería. Se instaura el monopolio estatal sobre el comercio exterior, el control de cambios y la no convertibilidad de las monedas nacionales, o sea que si un Estado tenía un saldo acreedor al final del ejercicio respecto de otro, no podía emplearlo en la adquisición de productos o en saldar cuentas con terceros países.
El “bilateralismo” subsistió hasta el termino de la Segunda Guerra Mundial. Al concluir ésta, emergen en la escena internacional como potencias excluyentes los Estados Unidos y la Unión Soviética, lo que trae aparejado que por primera vez en la historia, el centro de decisión político mundial deja de ser Europa y se traslada a un país americano y a otro euroasiático. Se conforman dos bloques ideológicos con sus respectivas “esferas de influencias”.Los Estados Unidos, siguiendo la visión liberal de sus gobernantes, pregonan la reconstrucción del mundo de posguerra, lo que para ser posible, desde el punto de vista económico, debía estar estructurado sobre la base de instituciones.De esa manera, en 1944, en Bretton Woods (EE.UU.) se crean el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento, y el Fondo Monetario Internacional, que van a estar dentro de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) como organismos especializados.
La función del Fondo era la regulación de la balanza de pagos de los países que solicitaran auxilio financiero a dicha institución, cuando se encontraran con déficit; los préstamos se concedían por plazos breves -un año a un año y medio-. A su vez, la tarea encomendada al Banco consistía en sostener la tasa de inversión principalmente de los países destruidos por la guerra para reconstruirlos, y posteriormente fue la de ayudar a los países en desarrollo; los créditos que otorgaba eran, lógicamente, a largo plazo (diez años en adelante).
En cuanto a la institucionalización y regulación del comercio internacional, entre 1946 y 1948, a instancias del Consejo Económico y Social de la ONU, se realizaron sucesivas Conferencias en Londres, Nueva York, Ginebra y La Habana, con la intención de crear una Organización Mundial del Comercio (OMC) con la finalidad de quitar las barreras que los estados habían puesto al comercio internacional, principalmente desde la crisis de los años 30.La versión final de la OMC se elaboró en La Habana en 1948, pero dicho tratado no fue ratificado por los Estados -solo Australia y Liberia lo ratificaron- y por ende no entró en vigor. En Estados Unidos, el principal problema para no ratificarlo se dio por las diferencias que existían entre los proteccionistas, que se agrupaban en torno al Departamento de Agricultura y el Congreso y los defensores del libre comercio del Departamento de Estado, influenciados por Cordell Hull. Así, no viendo posibilidad de ratificación del tratado en el Congreso, el presidente Truman ni siquiera lo presentó para su tratamiento.Como era sumamente difícil conformar una organización internacional del comercio, el Poder Ejecutivo y el Departamento de Estado de los Estados Unidos, con un conjunto de países occidentales deciden en 1947 en Ginebra -antes de la Conferencia de La Habana- crear el Acuerdo General sobre Tarifas Aduaneras y Comercio (GATT), como un acuerdo de regulación de las relaciones comerciales entre las partes firmantes, con el objetivo de liberalizar el comercio de bienes manufacturados, con la reducción progresiva de los aranceles aduaneros, usando como herramientas los principios de la “Nación más favorecida” y la “reciprocidad”. Recién en la Ronda Uruguay del GATT en 1994, se establecieron los cimientos que dieran origen a la Organización Mundial del Comercio, dependiente de las Naciones Unidas, que comenzó a regir a partir de enero de 1995.
A partir del GATT, la diferencia con relación al período de entre guerra, estuvo basada en el hecho de que el trato de la nación más favorecida no se daba en forma bilateral, sino multilateral. Es decir, que todos los firmantes del GATT se comprometían a otorgarse mutuamente dicha cláusula de manera automática y por medio de negociaciones comerciales entre los Estados -generalmente los de mayor poder económico-, reduciendo recíproca y progresivamente los aranceles aduaneros producto por producto. Así, cuando un país concedía una reducción arancelaria de un X % sobre determinado producto a otro, automáticamente esta rebaja se extendía y beneficiaba a todos los demás Estados partes.
A la vez, los Estados ya no podían elevar dichos aranceles, en virtud de lo que se llamó la “consolidación de los compromisos”En conclusión, en este marco regulatorio económico internacional, haciendo uso del Art. XXIV del GATT, se resguardan los procesos de integración económica regional, siendo el primero de ellos el proceso iniciado en Europa en el año 1950, que ha dado origen también al derecho de integración regional.A medida que el proceso europeo se iba perfeccionando, los demás Estados empezaron a percibir los procesos de integración como una nueva forma de encarar el desarrollo económico, buscar la paz y fortalecer el poder de negociación internacional, y nacen así, en el continente americano, el Acuerdo de Libre Comercio para América Latina y el Caribe en 1960, el Mercado Común Centroamericano en 1960, el Pacto Andino en 1969, y en Europa, la Asociación Europea de Libre Comercio en 1959, entre otros. No solo los procesos de integración económica jugaron un papel clave para el crecimiento económico de los países. A priori, luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial comenzó a organizarse una estructura financiera internacional de apoyo a países que más devastación y carencias heredaron del gran conflicto bélico.
(Desde la lectura de La Argentina y el orden mundial. Aldo Ferrer. Buenos Aires, Fondo de Cultura Económica, 2003).
La comisión trilateral es una organización internacional privada fundada en 1973, como consecuencia de la crisis del petróleo. Esta crisis fue causada por la decisión de los Estados exportadores de aumentar los precios del crudo. Los países de la O.P.E.P. cuadruplicaron el valor del barril, sobre todo como represaría ante la ayuda de los Estados Unidos y Holanda a Israel. Esto dará como resultado una nueva etapa en las relaciones de poder internacionales, políticas y económicas.
Fue David Rockefeller quien tuvo la iniciativa de la creación de la Comisión, reuniendo a personalidades destacadas de la economía y de los negocios de las tres zonas principales de la economía capitalista: Estados Unidos, Europa y Japón. Y es la inclusión de Japón que marca la diferencia más destacada con el Grupo Bilderberg. El grupo Bilderberg es una conferencia anual a la que sólo se puede acudir mediante una invitación especial. El encuentro fue iniciado por Joseph Retinger, que preocupado por el crecimiento del antiamericanismo en Europa occidental propuso una conferencia internacional en la cual los líderes de opinión de países Europeos y de los Estados Unidos serían invitados a una reunión con el fin de promover el entendimiento entre culturas.
El primer encuentro fue muy exitoso y esto llevó a los organizadores a organizar una conferencia anual. El propósito principal de este grupo era hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y el peligro comunista. Los objetivosdel grupo son:
Fortalecer la ciudad Atlántica.
La comisión trilateral es una organización internacional privada fundada en 1973, como consecuencia de la crisis del petróleo. Esta crisis fue causada por la decisión de los Estados exportadores de aumentar los precios del crudo. Los países de la O.P.E.P. cuadruplicaron el valor del barril, sobre todo como represaría ante la ayuda de los Estados Unidos y Holanda a Israel. Esto dará como resultado una nueva etapa en las relaciones de poder internacionales, políticas y económicas.
Fue David Rockefeller quien tuvo la iniciativa de la creación de la Comisión, reuniendo a personalidades destacadas de la economía y de los negocios de las tres zonas principales de la economía capitalista: Estados Unidos, Europa y Japón. Y es la inclusión de Japón que marca la diferencia más destacada con el Grupo Bilderberg. El grupo Bilderberg es una conferencia anual a la que sólo se puede acudir mediante una invitación especial. El encuentro fue iniciado por Joseph Retinger, que preocupado por el crecimiento del antiamericanismo en Europa occidental propuso una conferencia internacional en la cual los líderes de opinión de países Europeos y de los Estados Unidos serían invitados a una reunión con el fin de promover el entendimiento entre culturas.
El primer encuentro fue muy exitoso y esto llevó a los organizadores a organizar una conferencia anual. El propósito principal de este grupo era hacer un nudo alrededor de una línea política común entre Estados Unidos y Europa en oposición a Rusia y el peligro comunista. Los objetivosdel grupo son:
Fortalecer la ciudad Atlántica.
Frenar el expansionismo soviético.
Fomentar la cooperación y el desarrollo económico de los países del área occidental.
La comisión trilateral está constituida por 300 miembros provenientes de Canadá, Estados Unidos, Europa occidental y Japón. Tiene tres sedes regionales Nueva York, París y Tokio y cuenta con un Comité Ejecutivo de 29 miembros y tres presidentes regionales. Consta de tres objetivos principales, que son los siguientes:
Promover el trabajo conjunto entre personalidades diferentes campos en Europa Occidental, América del Norte y Japón en la discusión y la resolución de problemas comunes.
Promover recomendaciones en los problemas de importancia dentro de las tres regiones que integran el sistema y las relaciones de esas regiones con el resto del mundo.
Promover la atención pública sobre sus recomendaciones particularmente en las tres regiones integrantes de la comisión.
En cuanto a su funcionamiento se congrega periódicamente, reuniendo roporcionalmente miembros de las tres áreas geográficas. La formación de la comisión dio lugar a la pérdida de importancia de las relaciones centro-periferia dentro de las relaciones económicas internacionales. Ya no existe la oposición ideológica Este-Oeste sino la división entre Estados ricos y Estados pobres. La comisión trilateral reúne el 75% de las inversiones de las corporaciones transnacionales de los países industrializados y el 50% de esas inversiones están radicadas en las industrias manufactureras. Es por eso que se puede afirmar que la producción y el comercio mundial son abarcados por la industria manufacturera, dando lugar a una mayor importancia a los productos manufactureros sobre los productos primarios. En 1930 las dos tercios de las exportaciones mundiales eran de productos primarios y un tercio manufactureros, en 1960, prácticamente las proporciones se han invertido.
Como consecuencia esto hace que países productores de alimentos no puedan posicionarse económicamente al mismo nivel que países con alta producción de artículos manufactureros, llevando a una desigualdad cada vez más importante.Dentro de la comisión, las decisiones tomadas por cada país integrante se adoptan teniendo en cuanta su repercusión en el resto del bloque. Es por eso que hay una gran interdependencia entre ellos ya que de esto depende su estabilidad y crecimiento continuado. Por encima de los intereses de cada país prima el objetivo fundamental de asegurar la vialidad continuada del sistema. En la década del ´50 comienza una dispersión del poder económico dentro del Sistema Trilateral debido al debilitamiento de la posición hegemónica de Estados Unidos en el mismo. Este hecho fue consecuencia de la rápida expansión de Alemania, Japón y otros países industriales, ya que algunos de ellos tuvieron un rápido crecimiento en su desarrollo.
Podemos afirmar que se va produciendo una dispersión del poder económico internacional y la multiplicación de abastecimiento de bienes de capital, tecnología y financiamiento. Hay varios factores que han contribuido para que esto ocurriera. Entre ellos, la expansión de la liquidez internacional, el desarrollo de los mercados de euromoneda y la internalización de la banca de muchos países, que debilitaron la disciplina que llevaba adelante el Fondo Monetario Internacional, el surgimiento de algunos países en desarrollo con una industria incipiente que contribuye a ampliar el número de economías nacionales que forman parte en las relaciones internacionales, el número de empresa que participan y que su competencia se ha acrecentado, el fenómeno oligopólico en industrias de países industriales, tendencia de debilitar el papel de las grandes corporaciones transnacionales en el mercado mundial por motivos de la participación activa de las pequeñas y medianas empresas en distintos mercados.
La concentración de poder económico, el control de las plazas financieras y la asimetría del poder negociador eran más marcados dentro del modelo centro-periferia que en las condiciones actuales. Esta tendencia de cambio en el comercio internacional va a contribuir a una mayor marginación de los países especializados en la producción y exportación de alimentos, perdiendo peso dentro de las relaciones internacionales. Comenzó a declinar la participación dentro del comercio mundial como las inversiones extranjeras han perdido significación dentro de esos países. También hubo diferentes cambios que propusieron modificaciones en las relaciones con los centros de poder internacional.
Los países petroleros del Medio Oriente tienen una fuerte gravitación internacional por el control que tiene sobre un recurso estratégico y sus excedentes financieros. Aunque su papel dentro del comercio internacional dependerá de la evolución de la energía mundial.En cuanto a China, podemos referirnos a ella como un caso aparte dentro de los países subdesarrollados, con una progresiva participación en las relaciones económicas internacional. Un grupo de países en vía de industrialización, los NICs, están teniendo una fuerte participación en el contexto de la economía internacional. El 10% de las exportaciones de productos manufactureros provienen de estos. Tienen cierta gravitación en el comercio semimanufacturero, productos metalmecánicos y bienes de consumo final.Debemos destacar que estos países se ubican dentro de la especialización intraindustrial, o sea, el intercambio de productos dentro de las mismas ramas industriales.
Las corporaciones transnacionales tienen un papel importante en la industrialización y expansión de las exportaciones de los NICs. América Latina enfrenta un contexto externo conflictivo, pero rico en posibilidades y alternativas. Se considera que la región está incluida dentro del esquema global de las relaciones externas de estados Unidas. Aunque, tanto Estados Unidos como otros países industriales tienen un tratamiento diferenciado para cada país del Tercer Mundo. Esto lo que produce es una compleja trama de relaciones internacionales.
Las tendencias de la economía internacional contemporánea esta condicionada por la situación que vive cada país. Estos acontecimientos que hemos mencionado, desde la proliferación del poder económico hasta la repercusión de las tensiones entre las grandes potencias nos están induciendo a pensar que el sistema internacional enfrenta un período de dificultades y fuertes transformaciones.
A continuación se presentarán los organismos de crédito más importante y sus desarrollos sobre la República Argentina.
Fomentar la cooperación y el desarrollo económico de los países del área occidental.
La comisión trilateral está constituida por 300 miembros provenientes de Canadá, Estados Unidos, Europa occidental y Japón. Tiene tres sedes regionales Nueva York, París y Tokio y cuenta con un Comité Ejecutivo de 29 miembros y tres presidentes regionales. Consta de tres objetivos principales, que son los siguientes:
Promover el trabajo conjunto entre personalidades diferentes campos en Europa Occidental, América del Norte y Japón en la discusión y la resolución de problemas comunes.
Promover recomendaciones en los problemas de importancia dentro de las tres regiones que integran el sistema y las relaciones de esas regiones con el resto del mundo.
Promover la atención pública sobre sus recomendaciones particularmente en las tres regiones integrantes de la comisión.
En cuanto a su funcionamiento se congrega periódicamente, reuniendo roporcionalmente miembros de las tres áreas geográficas. La formación de la comisión dio lugar a la pérdida de importancia de las relaciones centro-periferia dentro de las relaciones económicas internacionales. Ya no existe la oposición ideológica Este-Oeste sino la división entre Estados ricos y Estados pobres. La comisión trilateral reúne el 75% de las inversiones de las corporaciones transnacionales de los países industrializados y el 50% de esas inversiones están radicadas en las industrias manufactureras. Es por eso que se puede afirmar que la producción y el comercio mundial son abarcados por la industria manufacturera, dando lugar a una mayor importancia a los productos manufactureros sobre los productos primarios. En 1930 las dos tercios de las exportaciones mundiales eran de productos primarios y un tercio manufactureros, en 1960, prácticamente las proporciones se han invertido.
Como consecuencia esto hace que países productores de alimentos no puedan posicionarse económicamente al mismo nivel que países con alta producción de artículos manufactureros, llevando a una desigualdad cada vez más importante.Dentro de la comisión, las decisiones tomadas por cada país integrante se adoptan teniendo en cuanta su repercusión en el resto del bloque. Es por eso que hay una gran interdependencia entre ellos ya que de esto depende su estabilidad y crecimiento continuado. Por encima de los intereses de cada país prima el objetivo fundamental de asegurar la vialidad continuada del sistema. En la década del ´50 comienza una dispersión del poder económico dentro del Sistema Trilateral debido al debilitamiento de la posición hegemónica de Estados Unidos en el mismo. Este hecho fue consecuencia de la rápida expansión de Alemania, Japón y otros países industriales, ya que algunos de ellos tuvieron un rápido crecimiento en su desarrollo.
Podemos afirmar que se va produciendo una dispersión del poder económico internacional y la multiplicación de abastecimiento de bienes de capital, tecnología y financiamiento. Hay varios factores que han contribuido para que esto ocurriera. Entre ellos, la expansión de la liquidez internacional, el desarrollo de los mercados de euromoneda y la internalización de la banca de muchos países, que debilitaron la disciplina que llevaba adelante el Fondo Monetario Internacional, el surgimiento de algunos países en desarrollo con una industria incipiente que contribuye a ampliar el número de economías nacionales que forman parte en las relaciones internacionales, el número de empresa que participan y que su competencia se ha acrecentado, el fenómeno oligopólico en industrias de países industriales, tendencia de debilitar el papel de las grandes corporaciones transnacionales en el mercado mundial por motivos de la participación activa de las pequeñas y medianas empresas en distintos mercados.
La concentración de poder económico, el control de las plazas financieras y la asimetría del poder negociador eran más marcados dentro del modelo centro-periferia que en las condiciones actuales. Esta tendencia de cambio en el comercio internacional va a contribuir a una mayor marginación de los países especializados en la producción y exportación de alimentos, perdiendo peso dentro de las relaciones internacionales. Comenzó a declinar la participación dentro del comercio mundial como las inversiones extranjeras han perdido significación dentro de esos países. También hubo diferentes cambios que propusieron modificaciones en las relaciones con los centros de poder internacional.
Los países petroleros del Medio Oriente tienen una fuerte gravitación internacional por el control que tiene sobre un recurso estratégico y sus excedentes financieros. Aunque su papel dentro del comercio internacional dependerá de la evolución de la energía mundial.En cuanto a China, podemos referirnos a ella como un caso aparte dentro de los países subdesarrollados, con una progresiva participación en las relaciones económicas internacional. Un grupo de países en vía de industrialización, los NICs, están teniendo una fuerte participación en el contexto de la economía internacional. El 10% de las exportaciones de productos manufactureros provienen de estos. Tienen cierta gravitación en el comercio semimanufacturero, productos metalmecánicos y bienes de consumo final.Debemos destacar que estos países se ubican dentro de la especialización intraindustrial, o sea, el intercambio de productos dentro de las mismas ramas industriales.
Las corporaciones transnacionales tienen un papel importante en la industrialización y expansión de las exportaciones de los NICs. América Latina enfrenta un contexto externo conflictivo, pero rico en posibilidades y alternativas. Se considera que la región está incluida dentro del esquema global de las relaciones externas de estados Unidas. Aunque, tanto Estados Unidos como otros países industriales tienen un tratamiento diferenciado para cada país del Tercer Mundo. Esto lo que produce es una compleja trama de relaciones internacionales.
Las tendencias de la economía internacional contemporánea esta condicionada por la situación que vive cada país. Estos acontecimientos que hemos mencionado, desde la proliferación del poder económico hasta la repercusión de las tensiones entre las grandes potencias nos están induciendo a pensar que el sistema internacional enfrenta un período de dificultades y fuertes transformaciones.
A continuación se presentarán los organismos de crédito más importante y sus desarrollos sobre la República Argentina.
Breve Historia del BID y su relación con América Latina
El origen del BID se remonta a los esfuerzos iniciados durante la Primera Conferencia Interamericana de 1890 por crear una institución de desarrollo que hiciera frente a algunos de los problemas que enfrentaban en esa época América Latina y el Caribe. En 1958, el entonces Presidente de Brasil, Juscelino Kubitschek, presentó una propuesta para crear una institución de desarrollo regional que tuvo gran acogida en el hemisferio.
En 1959, la Organización de Estados Americanos (OEA) redactaba el convenio constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.El BID ha sido pionero en el apoyo a los programas sociales en la región mediante el desarrollo de instituciones económicas, sociales, educativas y de salud. También lidera los esfuerzos de integración regional y fue pionero en brindar apoyo directo al sector privado, especialmente a las microempresas.En sus 48 años de existencia, el Banco ha contribuido a la transformación de América Latina y el Caribe. El BID se creó en 1959 como una asociación entre 19 países latinoamericanos y Estados Unidos.
Los países miembros originales del BID son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Estados UnidosEl número de países miembros aumentó con el ingreso de Trinidad y Tobago en 1967, país al que pronto se unieron Barbados y Jamaica en 1969, Canadá en 1972, Guyana en 1976, Bahamas en 1977 y Suriname en 1980. Entre 1976 y 1986, ingresaron al Banco los 19 países miembros no regionales, que incluyen a 16 países europeos, Israel y Japón. Belice ingresó en 1992 y, tras la desintegración de Yugoslavia, en 1993 se unieron Croacia y Eslovenia. La República de Corea ingresó como país miembro en 2005 Todo país interesado en ingresar al BID como miembro regional debe ser miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA). Los países que desean ser admitidos como miembros no regionales, deben ser miembros del Fondo Monetario Internacional.
En ambos casos, otro de los requisitos básicos consiste en la suscripción de acciones del capital ordinario y la contribución al fondo para operaciones especiales. El Banco Interamericano de Desarrollo se creó como una innovadora institución financiera multilateral para el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe. Sus programas de préstamos y de cooperación técnica van más allá del mero financiamiento, por cuanto apoyan estrategias y políticas para reducir la pobreza, impulsar el crecimiento sostenible, expandir el comercio, la inversión y la integración regional, promover el desarrollo del sector privado y modernizar el Estado.
Los programas e instrumentos del BID fueron modelos para la creación de otras instituciones multilaterales de desarrollo a nivel regional y subregional. El BID constituye actualmente la principal fuente de financiamiento multilateral para proyectos de desarrollo económico, social e institucional en los países de América Latina y el Caribe. El Grupo BID está integrado por el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) y el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin). La CII enfoca su acción en el apoyo a la pequeña y mediana empresa, mientras que el Fomin promueve el desarrollo del sector privado a través de donaciones e inversiones.
Las entidades que pueden recibir préstamos del Banco son los gobiernos municipales, estatales, provinciales y nacionales, instituciones públicas autónomas, organizaciones de la sociedad civil y empresas privadas. Los recursos financieros del Banco proceden de los países miembros, préstamos obtenidos en los mercados financieros, fondos en administración que tiene la institución y reembolsos de los préstamos. El BID usa estos recursos para financiar préstamos, donaciones, garantías e inversiones que apoyan proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe.Aunque el objetivo del BID no es obtener ganancias, la institución se rige por principios financieros similares a los de la banca privada. Percibe intereses por los préstamos que otorga como parte de sus actividades de administración y manejo de activos, y usa estrategias de gestión de caja para invertir los fondos que no requieren liquidez inmediata para efectuar desembolsos.
El origen del BID se remonta a los esfuerzos iniciados durante la Primera Conferencia Interamericana de 1890 por crear una institución de desarrollo que hiciera frente a algunos de los problemas que enfrentaban en esa época América Latina y el Caribe. En 1958, el entonces Presidente de Brasil, Juscelino Kubitschek, presentó una propuesta para crear una institución de desarrollo regional que tuvo gran acogida en el hemisferio.
En 1959, la Organización de Estados Americanos (OEA) redactaba el convenio constitutivo del Banco Interamericano de Desarrollo.El BID ha sido pionero en el apoyo a los programas sociales en la región mediante el desarrollo de instituciones económicas, sociales, educativas y de salud. También lidera los esfuerzos de integración regional y fue pionero en brindar apoyo directo al sector privado, especialmente a las microempresas.En sus 48 años de existencia, el Banco ha contribuido a la transformación de América Latina y el Caribe. El BID se creó en 1959 como una asociación entre 19 países latinoamericanos y Estados Unidos.
Los países miembros originales del BID son Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y Estados UnidosEl número de países miembros aumentó con el ingreso de Trinidad y Tobago en 1967, país al que pronto se unieron Barbados y Jamaica en 1969, Canadá en 1972, Guyana en 1976, Bahamas en 1977 y Suriname en 1980. Entre 1976 y 1986, ingresaron al Banco los 19 países miembros no regionales, que incluyen a 16 países europeos, Israel y Japón. Belice ingresó en 1992 y, tras la desintegración de Yugoslavia, en 1993 se unieron Croacia y Eslovenia. La República de Corea ingresó como país miembro en 2005 Todo país interesado en ingresar al BID como miembro regional debe ser miembro de la Organización de Estados Americanos (OEA). Los países que desean ser admitidos como miembros no regionales, deben ser miembros del Fondo Monetario Internacional.
En ambos casos, otro de los requisitos básicos consiste en la suscripción de acciones del capital ordinario y la contribución al fondo para operaciones especiales. El Banco Interamericano de Desarrollo se creó como una innovadora institución financiera multilateral para el desarrollo económico y social de América Latina y el Caribe. Sus programas de préstamos y de cooperación técnica van más allá del mero financiamiento, por cuanto apoyan estrategias y políticas para reducir la pobreza, impulsar el crecimiento sostenible, expandir el comercio, la inversión y la integración regional, promover el desarrollo del sector privado y modernizar el Estado.
Los programas e instrumentos del BID fueron modelos para la creación de otras instituciones multilaterales de desarrollo a nivel regional y subregional. El BID constituye actualmente la principal fuente de financiamiento multilateral para proyectos de desarrollo económico, social e institucional en los países de América Latina y el Caribe. El Grupo BID está integrado por el Banco Interamericano de Desarrollo, la Corporación Interamericana de Inversiones (CII) y el Fondo Multilateral de Inversiones (Fomin). La CII enfoca su acción en el apoyo a la pequeña y mediana empresa, mientras que el Fomin promueve el desarrollo del sector privado a través de donaciones e inversiones.
Las entidades que pueden recibir préstamos del Banco son los gobiernos municipales, estatales, provinciales y nacionales, instituciones públicas autónomas, organizaciones de la sociedad civil y empresas privadas. Los recursos financieros del Banco proceden de los países miembros, préstamos obtenidos en los mercados financieros, fondos en administración que tiene la institución y reembolsos de los préstamos. El BID usa estos recursos para financiar préstamos, donaciones, garantías e inversiones que apoyan proyectos de desarrollo en América Latina y el Caribe.Aunque el objetivo del BID no es obtener ganancias, la institución se rige por principios financieros similares a los de la banca privada. Percibe intereses por los préstamos que otorga como parte de sus actividades de administración y manejo de activos, y usa estrategias de gestión de caja para invertir los fondos que no requieren liquidez inmediata para efectuar desembolsos.
Desarrollo del BID en Argentina
Un equipo de profesionales del BID en coordinación con Argentina prepara lo que se denomina la estrategia de país. En este documento, marco de referencia para las operaciones financiadas por el Banco, se establece las prioridades de desarrollo del país que son consistentes con las estrategias de desarrollo del BID para la región. La estrategia de país con Argentina, incluye el programa esperado por el Banco para el período 2004-2008. La estrategia de país incluye una síntesis de la actual situación económica del país y una estrategia de desarrollo del Banco para el país dividida por sector. Estas estrategias son preparadas en base a un estudio analítico hecho por el Banco y otros participantes en una amplia escala de sectores económicos y sociales, tales como desarrollo urbano y rural, salud, educación, modernización del estado, transporte, comercio, medio ambiente, entre otros.Estrategia Operacional con Argentina (2004-200 El objetivo principal de la estrategia del Banco para el periodo 2004-2008 es ayudar a que Argentina logre un crecimiento socioeconómico sostenible y más equitativo.La estrategia acordada busca concentrar la acción del BID en las siguientes áreas:
Fortalecimiento institucional para la mejor gobernabilidad y sostenibilidad fiscal que apunta al mejoramiento de la seguridad legal y habilidades técnicas para la administración pública;
Promover un clima más favorable para la inversión y el crecimiento productivo que mejore la competitividad del país. Un objetivo importante será restablecer las condiciones para financiar nuevos proyectos del sector privado;
Reducir la pobreza, reconstruyendo el pilar de recursos humanos y la promoción de desarrollo social sostenible e inclusivo. Se tendrán como prioridad aquellas actividades que conlleven a una consolidación transversal de los programas de la red de seguridad social.
El Banco Mundial
Desde su creación en 1944, el Banco Mundial ha pasado de ser una única institución a constituir un grupo de cinco instituciones de desarrollo estrechamente relacionadas. Su misión fue evolucionando desde la época en que el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) promovía la reconstrucción de posguerra y el desarrollo hasta el presente, en que tiene como mandato aliviar la pobreza en todo el mundo, en colaboración con su institución afiliada, la Asociación Internacional de Fomento.No obstante, el Banco ha ampliado su cartera y ésta ahora incluye proyectos de financiamiento para el sector social, la reducción de la pobreza, el alivio de la deuda y el buen gobierno. El Banco Mundial es una fuente vital de asistencia financiera y técnica para los países en desarrollo de todo el mundo. Esta organización internacional es propiedad de 185 países miembros y está formada por dos instituciones de desarrollo singulares: el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) y la Asociación Internacional de Fomento (AIF).
Cada institución tiene una función diferente pero fundamental para alcanzar la misión de reducir la pobreza en el mundo y mejorar los niveles de vida de la genteEl BIRF centra sus actividades en los países de ingreso mediano y los países pobres con capacidad crediticia, mientras que la AIF ayuda a los países más pobres del mundo. Juntos ofrecen préstamos con intereses bajos, créditos sin intereses y donaciones a los países en desarrollo para proyectos de educación, salud, infraestructura, comunicaciones y muchas otras esferas.Ambas instituciones que forman el Banco Mundial ofrecen préstamos y créditos con intereses bajos o sin intereses y donaciones a países que tienen poco o ningún acceso a los mercados de crédito internacionales. A diferencia de otras instituciones financieras, el Banco no tiene fines de lucro.
El BIRF opera en condiciones de mercado y utiliza su alta clasificación crediticia para tomar empréstitos con intereses bajos y transmitir esa tasa más conveniente a sus prestatarios, que son los países en desarrollo. En la actualidad, el Banco participa en más de 1.800 proyectos relacionados prácticamente con todos los sectores y países en desarrollo. Los proyectos abarcan actividades muy distintas: microcrédito , sensibilización sobre la prevención del SIDA , educación de los niños , mejora de la atención de la salud, etc.PROGRAMA DE ASISTENCIA DEL BANCO MUNDIAL PARA ARGENTINALa Estrategia de Asistencia al País (EAP) para 2006-08 fue ideada para colaborar con el gobierno en esta reorientación de políticas, con un programa analítico y de inversión basado en tres pilares:
crecimiento sostenido con equidad;
inclusión social;
mejoramiento de la gobernabilidad.
Se destacan cuatro áreas específicas en las cuales el Banco está apoyando las políticas clave del Gobierno y donde se ha concentrado la mayor parte de los nuevos préstamos de inversión durante los dos últimos años. Estas son:
Infraestructura: transporte, incluyendo el manejo de la red vial, rehabilitación y mantenimiento por medio de contratos basados en el desempeño, provisión de agua potable y saneamiento con el enfoque puesto en la inversión en servicios municipales prioritarios y su mantenimiento con criterios que tengan en cuenta a la población de menores recursos y drenaje urbano e inundaciones.
Salud, principalmente salud materno infantil, pero incluyendo apoyo para llevar a cabo programas de reformas más amplias.
Programas de Transferencia de Ingresos, a través del apoyo al programa de Emergencia de Jefas y Jefes de Hogar y su transición con miras a una red de seguridad social más organizada, efectiva y sostenible.
Fortalecimiento del Sector Público, particularmente con respecto al fortalecimiento institucional tanto a nivel provincial como federal.El Banco Mundial ofrece un plan ampliado de trabajos analíticos a la Argentina, que incluye, entre otros, los siguientes estudios:
Una evaluación de la pobreza que se concentra principalmente en los vínculos entre la informalidad, la pobreza y la desigualdad.
Un estudio sobre protección social para analizar las opciones de política para apoyar la transición del Plan Jefes de Hogar hacia una red de seguridad social más permanente.
Una Revisión Institucional y de Gobernabilidad (RIG), para examinar la experiencia en la reforma del sector público tanto a nivel nacional como provincial.
Un estudio sobre gestión ambiental en Argentina utilizando el enfoque del Análisis Ambiental del País para obtener una mejor comprensión del impacto económico de la degrada.
Cada institución tiene una función diferente pero fundamental para alcanzar la misión de reducir la pobreza en el mundo y mejorar los niveles de vida de la genteEl BIRF centra sus actividades en los países de ingreso mediano y los países pobres con capacidad crediticia, mientras que la AIF ayuda a los países más pobres del mundo. Juntos ofrecen préstamos con intereses bajos, créditos sin intereses y donaciones a los países en desarrollo para proyectos de educación, salud, infraestructura, comunicaciones y muchas otras esferas.Ambas instituciones que forman el Banco Mundial ofrecen préstamos y créditos con intereses bajos o sin intereses y donaciones a países que tienen poco o ningún acceso a los mercados de crédito internacionales. A diferencia de otras instituciones financieras, el Banco no tiene fines de lucro.
El BIRF opera en condiciones de mercado y utiliza su alta clasificación crediticia para tomar empréstitos con intereses bajos y transmitir esa tasa más conveniente a sus prestatarios, que son los países en desarrollo. En la actualidad, el Banco participa en más de 1.800 proyectos relacionados prácticamente con todos los sectores y países en desarrollo. Los proyectos abarcan actividades muy distintas: microcrédito , sensibilización sobre la prevención del SIDA , educación de los niños , mejora de la atención de la salud, etc.PROGRAMA DE ASISTENCIA DEL BANCO MUNDIAL PARA ARGENTINALa Estrategia de Asistencia al País (EAP) para 2006-08 fue ideada para colaborar con el gobierno en esta reorientación de políticas, con un programa analítico y de inversión basado en tres pilares:
crecimiento sostenido con equidad;
inclusión social;
mejoramiento de la gobernabilidad.
Se destacan cuatro áreas específicas en las cuales el Banco está apoyando las políticas clave del Gobierno y donde se ha concentrado la mayor parte de los nuevos préstamos de inversión durante los dos últimos años. Estas son:
Infraestructura: transporte, incluyendo el manejo de la red vial, rehabilitación y mantenimiento por medio de contratos basados en el desempeño, provisión de agua potable y saneamiento con el enfoque puesto en la inversión en servicios municipales prioritarios y su mantenimiento con criterios que tengan en cuenta a la población de menores recursos y drenaje urbano e inundaciones.
Salud, principalmente salud materno infantil, pero incluyendo apoyo para llevar a cabo programas de reformas más amplias.
Programas de Transferencia de Ingresos, a través del apoyo al programa de Emergencia de Jefas y Jefes de Hogar y su transición con miras a una red de seguridad social más organizada, efectiva y sostenible.
Fortalecimiento del Sector Público, particularmente con respecto al fortalecimiento institucional tanto a nivel provincial como federal.El Banco Mundial ofrece un plan ampliado de trabajos analíticos a la Argentina, que incluye, entre otros, los siguientes estudios:
Una evaluación de la pobreza que se concentra principalmente en los vínculos entre la informalidad, la pobreza y la desigualdad.
Un estudio sobre protección social para analizar las opciones de política para apoyar la transición del Plan Jefes de Hogar hacia una red de seguridad social más permanente.
Una Revisión Institucional y de Gobernabilidad (RIG), para examinar la experiencia en la reforma del sector público tanto a nivel nacional como provincial.
Un estudio sobre gestión ambiental en Argentina utilizando el enfoque del Análisis Ambiental del País para obtener una mejor comprensión del impacto económico de la degrada.
Diferencias entre el Banco Mundial y el FMI
El Fondo Monetario Internacional (FMI), que también fue establecido en 1944 en la conferencia de Bretton Woods. Aunque las funciones del FMI complementan las del Banco Mundial, el Fondo es una organización totalmente independiente. Mientras que el Banco Mundial ofrece apoyo a los países en desarrollo, el FMI tiene los objetivos de estabilizar el sistema monetario internacional y supervisar las monedas a nivel mundial.La idea de crear el Fondo Monetario Internacional, se planteó cuando los representantes de 45 gobiernos acordaron establecer un marco de cooperación económica destinado a evitar que se repitieran las desastrosas políticas económicas que contribuyeron a provocar la Gran Depresión de los años treinta.
Las actividades del FMI
En general, el FMI se encarga de velar por la estabilidad del sistema monetario y financiero internacional (el sistema de pagos internacionales y tipos de cambio entre las monedas nacionales que hace factible el comercio entre países). Las actividades del FMI buscan fomentar la estabilidad económica y prevenir las crisis, ayudar a resolver las crisis cuando éstas se producen, y fomentar el crecimiento y aliviar la pobreza. Para lograr estos objetivos, el FMI emplea tres mecanismos principales:
la supervisión
la asistencia técnica
la asistencia financiera.
Los recursos del FMI son suministrados por sus países miembros, principalmente por medio del pago de cuotas que, en general, guardan relación con el tamaño de la economía del país. El monto total de las cuotas es el principal factor determinante de la capacidad de concesión de préstamos del FMI. Los gastos anuales de administrar la institución se cubren principalmente con la diferencia entre los ingresos derivados de los intereses (sobre los préstamos pendientes de reembolso) y los pagos por concepto de intereses (correspondientes a los “depósitos” de cuotas).
la supervisión
la asistencia técnica
la asistencia financiera.
Los recursos del FMI son suministrados por sus países miembros, principalmente por medio del pago de cuotas que, en general, guardan relación con el tamaño de la economía del país. El monto total de las cuotas es el principal factor determinante de la capacidad de concesión de préstamos del FMI. Los gastos anuales de administrar la institución se cubren principalmente con la diferencia entre los ingresos derivados de los intereses (sobre los préstamos pendientes de reembolso) y los pagos por concepto de intereses (correspondientes a los “depósitos” de cuotas).
Relación de Argentina con el FMI
A continuación se transcribirá un excelente informe sobre el origen del endeudamiento argentino con dicho organismo.[3]
Argentina no fue invitada a firmar los acuerdos de Breton Woods, que crearon en 1944 el FMI y el Banco Mundial, debido a su dudoso alineamiento durante la segunda Guerra Mundial. Recién en 1956, por consejo de Raúl Prebisch, el país ingresó al FMI, y desde entonces revista entre los que ha celebrado mayor cantidad de acuerdos con éste y otros organismos financieros internacionales. Gobiernos civiles y militares, sin excepción recurrieron a sus préstamos para resolver las crisis “transitorias” de la economía argentina. Transcurridos cuarenta y cuatro años, el país todavía no logra despegar. En 1957 se firmó un acuerdo “para volver a una mayor libertad económica”; en 1958 para sostener el plan antiinflacionario; en 1959 para apoyar la balanza de pagos; en 1960 y 1961 para aumentar las reservas. En 1962, Guido negoció un stand by, prorrogado en 1963, debido a la caída de las reservas internacionales y al déficit fiscal. Illia recurrió al FMI para fortalecer las reservas.
Lo mismo hizo el gobierno militar que lo depuso, a fin de contener la inflación y acumular reservas. Paradójicamente, la administración peronista, que cuestionaba la permanencia argentina en el FMI, en 1974 canceló sus obligaciones anticipadamente. En 1976 la dictadura firmó un acuerdo para recomponer las reservas y sostener el plan de estabilización, que básicamente consistía en liberar los precios y congelar los salarios. Hasta 1980, los bancos comerciales sustituyeron al Fondo para alimentar las reservas, financiar las importaciones, y sostener un tipo de cambio atrasado.En 1981 la deuda externa superaba los u$s 40.000 millones y la fuga de capitales había minado las reservas.
El país entrò en una virtual cesación de pagos, y luego del conflicto de Malvinas, nuevamente recurrió al FMI. Los bancos exigieron que Argentina acordara un programa de ajuste con el FMI que asegurara el cumplimiento de sus compromisos. En 1982 el FMI concedió dos préstamos, a cambio de la promesa de reducir la inflación, reactivar la economía, bajar el desempleo y mejorar el sector externo. Pero los desembolsos se suspendieron en 1983 por incumplimiento de las metas, en medio de un proceso judicial que investigaba la legitimidad de la deuda externa.
Ya en plena democracia, el ministro Grinspun trató de limitar los pagos de la deuda a los recursos disponibles, pero los bancos exigieron la firma de un stand-by con el FMI, y en diciembre de 1984 se aprobó un préstamo incluyendo las clásicas condiciones de ajuste de la economía. Durante el Plan Austral se negoció con el FMI previo a su lanzamiento, en junio de 1985. En 1987, en el marco del Plan Baker, se firmó un nuevo acuerdo con el FMI para controlar la inflación y mejorar el balance de pagos, ante la caída de las exportaciones y de las reservas. Pero, como en los anteriores, sus metas no se alcanzaron, y en 1998 Argentina comenzó a caer en mora. A pesar de obtener financiamiento del Banco Mundial para profundizar la apertura y sostener el Plan Primavera hasta las elecciones de 1989, en febrero el flujo financiero desde Washington quedó suspendido, desencadenándose la cadena de devaluaciones y aumentos de precios que llevaron a la primera hiperinflación. La ruptura con los organismos financieros internacionales se considera entre sus causas más importantes.
En los 90, Argentina intensificó sus relaciones con el FMI y los demás organismos financieros internacionales, que desempeñaron un rol clave en mantener la estabilidad. En 1991 se implementó el Plan de Convertibilidad, respaldado por un acuerdo de derechos de giro aprobados por el FMI; se obtuvo un acuerdo de facilidades extendidas entre 1992 y 1994, y su ampliación en 1995. En 1998 y 2000 se aprobaron nuevos acuerdos, agregando a los compromisos la flexibilización laboral y el mejoramiento de la competitividad.
En noviembre de 2000 el FMI participó del “blindaje financiero”, y en mayo de 2001 bendijo el canje de u$s 29.000 millones de títulos de la deuda externa argentina, por papeles a más largo plazo. Aceptó a regañadientes la incorporación del euro a la convertibilidad y vigila con rigor la marcha de las cuentas, a través de un informe diario que produce el Ministerio de Economía. Este recorrido histórico revela una vez más que las recetas del FMI no generan crecimiento sostenido, ni mejoran el bienestar de la población. Los países industrializados no se someten a ellas, tampoco toman sus préstamos desde mediados de los 80. En cambio, Argentina es el país con mayor exposición externa en relación a su producto bruto y a sus exportaciones -solo superada por Rusia y algunas naciones de Europa del Este. Esto ha gestado otra deuda que cada día crece más, y tiene un precio muy alto: la desesperanza de los argentinos.
Argentina no fue invitada a firmar los acuerdos de Breton Woods, que crearon en 1944 el FMI y el Banco Mundial, debido a su dudoso alineamiento durante la segunda Guerra Mundial. Recién en 1956, por consejo de Raúl Prebisch, el país ingresó al FMI, y desde entonces revista entre los que ha celebrado mayor cantidad de acuerdos con éste y otros organismos financieros internacionales. Gobiernos civiles y militares, sin excepción recurrieron a sus préstamos para resolver las crisis “transitorias” de la economía argentina. Transcurridos cuarenta y cuatro años, el país todavía no logra despegar. En 1957 se firmó un acuerdo “para volver a una mayor libertad económica”; en 1958 para sostener el plan antiinflacionario; en 1959 para apoyar la balanza de pagos; en 1960 y 1961 para aumentar las reservas. En 1962, Guido negoció un stand by, prorrogado en 1963, debido a la caída de las reservas internacionales y al déficit fiscal. Illia recurrió al FMI para fortalecer las reservas.
Lo mismo hizo el gobierno militar que lo depuso, a fin de contener la inflación y acumular reservas. Paradójicamente, la administración peronista, que cuestionaba la permanencia argentina en el FMI, en 1974 canceló sus obligaciones anticipadamente. En 1976 la dictadura firmó un acuerdo para recomponer las reservas y sostener el plan de estabilización, que básicamente consistía en liberar los precios y congelar los salarios. Hasta 1980, los bancos comerciales sustituyeron al Fondo para alimentar las reservas, financiar las importaciones, y sostener un tipo de cambio atrasado.En 1981 la deuda externa superaba los u$s 40.000 millones y la fuga de capitales había minado las reservas.
El país entrò en una virtual cesación de pagos, y luego del conflicto de Malvinas, nuevamente recurrió al FMI. Los bancos exigieron que Argentina acordara un programa de ajuste con el FMI que asegurara el cumplimiento de sus compromisos. En 1982 el FMI concedió dos préstamos, a cambio de la promesa de reducir la inflación, reactivar la economía, bajar el desempleo y mejorar el sector externo. Pero los desembolsos se suspendieron en 1983 por incumplimiento de las metas, en medio de un proceso judicial que investigaba la legitimidad de la deuda externa.
Ya en plena democracia, el ministro Grinspun trató de limitar los pagos de la deuda a los recursos disponibles, pero los bancos exigieron la firma de un stand-by con el FMI, y en diciembre de 1984 se aprobó un préstamo incluyendo las clásicas condiciones de ajuste de la economía. Durante el Plan Austral se negoció con el FMI previo a su lanzamiento, en junio de 1985. En 1987, en el marco del Plan Baker, se firmó un nuevo acuerdo con el FMI para controlar la inflación y mejorar el balance de pagos, ante la caída de las exportaciones y de las reservas. Pero, como en los anteriores, sus metas no se alcanzaron, y en 1998 Argentina comenzó a caer en mora. A pesar de obtener financiamiento del Banco Mundial para profundizar la apertura y sostener el Plan Primavera hasta las elecciones de 1989, en febrero el flujo financiero desde Washington quedó suspendido, desencadenándose la cadena de devaluaciones y aumentos de precios que llevaron a la primera hiperinflación. La ruptura con los organismos financieros internacionales se considera entre sus causas más importantes.
En los 90, Argentina intensificó sus relaciones con el FMI y los demás organismos financieros internacionales, que desempeñaron un rol clave en mantener la estabilidad. En 1991 se implementó el Plan de Convertibilidad, respaldado por un acuerdo de derechos de giro aprobados por el FMI; se obtuvo un acuerdo de facilidades extendidas entre 1992 y 1994, y su ampliación en 1995. En 1998 y 2000 se aprobaron nuevos acuerdos, agregando a los compromisos la flexibilización laboral y el mejoramiento de la competitividad.
En noviembre de 2000 el FMI participó del “blindaje financiero”, y en mayo de 2001 bendijo el canje de u$s 29.000 millones de títulos de la deuda externa argentina, por papeles a más largo plazo. Aceptó a regañadientes la incorporación del euro a la convertibilidad y vigila con rigor la marcha de las cuentas, a través de un informe diario que produce el Ministerio de Economía. Este recorrido histórico revela una vez más que las recetas del FMI no generan crecimiento sostenido, ni mejoran el bienestar de la población. Los países industrializados no se someten a ellas, tampoco toman sus préstamos desde mediados de los 80. En cambio, Argentina es el país con mayor exposición externa en relación a su producto bruto y a sus exportaciones -solo superada por Rusia y algunas naciones de Europa del Este. Esto ha gestado otra deuda que cada día crece más, y tiene un precio muy alto: la desesperanza de los argentinos.
Club de Paris
El Club de París, es un foro informal de acreedores oficiales y países deudores. Su función es coordinar formas de pago y renegociación de deudas externas de los países e instituciones de préstamo. Su creación, que es la primera reunión informal, es de 1956 cuando Argentina estuvo de acuerdo en efectuar un encuentro con sus acreedores públicos. Acuerdo concluido el 16 de mayo de ese año..Las reuniones se efectúan en París 10 a 11 veces al año entre sesiones de renegociación, análisis de deuda o aspectos metodológicos. El Presidente de las sesiones es un alto funcionario de dirección de la Tesorería de Francia. El Copresidente y Vicepresidente son también funcionarios de la Tesorería de Francia. Se han efectuando al momento (2007) 399 acuerdos con 84 países deudores.El club de París esta integrado por los siguientes países acreedores permanente: Alemania, Australia, Austria, Bélgica, Canadá, Dinamarca, EE.UU., España, Finlandia, Francia, Irlanda, Italia, Japón, Noruega, Rusia, Países Bajos, Reino Unido, Suecia, y Suiza.Han participado en algún momento como deudores: Argentina, Brasil, Corea del Sur, Israel, Kuwait, Marruecos, México, Nueva Zelanda, Portugal, Trinidad y Tobago y Turquía.
Relación de Argentina con el Club de Paris
[4]Este club se funda en 1956 con el único objetivo de gestionar el cobro de la deuda de 700 millones de dólares que Argentina había contraído con varios países europeos. El origen de esa deuda se remonta a 1946, año en el que Juan Domingo Perón gana las elecciones presidenciales. Una vez que asume el poder, Perón encuentra que Inglaterra adeudaba a la Argentina 500 millones de libras esterlinas por concepto de las toneladas de carne y de granos que habían sido entregadas a Inglaterra por Argentina durante la Segunda Guerra Mundial.
Por otro lado, en esos mismos años de guerra y ante la imposibilidad de importar maquinaria de Europa, Argentina se había endeudado en una cantidad similar pero en dólares por maquinarias y equipos comprados a Norteamérica. En vista de que Argentina tenía que pagar intereses por el monto adeudado a los Estados Unidos, mientras que no recibía ningún interés por su préstamo a Inglaterra, Perón solicitó consolidar los créditos entre los tres países con el objeto de que Inglaterra pague directamente a los Estados Unidos el correspondiente valor de la deuda que debía a la Argentina.
A pesar de que la triangulación financiera es un mecanismo de negociación internacionalmente aceptado, el mecanismo se trabó en virtud de que Inglaterra dictaminó que pagaría su deuda únicamente con bonos denominados en libras esterlinas y, por otro lado, Estados Unidos dictaminó que solo aceptaría los pagos que sus deudores realicen en dólares. Ante la imposibilidad de pagar sus deudas con el mecanismo de triangulación, Perón decidió nacionalizar el servicio telefónico, los ferrocarriles, la producción y distribución de gas, así como otras industrias menores que jurídicamente pertenecían a varias empresas de capital inglés.Para indemnizar a los dueños de las firmas nacionalizadas, Perón decidió utilizar los bonos en libras esterlinas que habían sido entregados por Inglaterra en pago de la deuda.
Además, con los ingresos generados por las tarifas de los servicios nacionalizados, empieza a cancelar su deuda a los Estados Unidos. Pero el proceso se detuvo en 1955, cuando Domingo Perón es derrocado por el General Pedro Eugenio Aramburu. El nuevo gobierno intenta reactivar el deteriorado comercio, para lo cual adquiere un nuevo préstamo externo para financiar sus importaciones de Europa. Así, contrata con varios bancos europeos un crédito de 700 millones de dólares, que se suponía podría ser amortizado en el transcurso de un año.
Pero como es obvio suponer, el presupuesto argentino -que por casi una década había logrado funcionar sin incrementar su deuda externa- encuentra insalvables dificultades para cancelar en el corto plazo de un año esa abultada nueva deuda de 700 millones de dólares. Ante esa imposibilidad, los países de la Comunidad Económica Europea deciden refinanciar la deuda de Argentina. Así, el Ministerio del Tesoro Francés organiza con varios de sus funcionarios radicados en París, una oficina para que efectúe las futuras gestiones de cobro a nombre de los países acreedores: es esta oficina la que eventualmente llega a ser conocida bajo el nombre de Club de París.
Por otro lado, en esos mismos años de guerra y ante la imposibilidad de importar maquinaria de Europa, Argentina se había endeudado en una cantidad similar pero en dólares por maquinarias y equipos comprados a Norteamérica. En vista de que Argentina tenía que pagar intereses por el monto adeudado a los Estados Unidos, mientras que no recibía ningún interés por su préstamo a Inglaterra, Perón solicitó consolidar los créditos entre los tres países con el objeto de que Inglaterra pague directamente a los Estados Unidos el correspondiente valor de la deuda que debía a la Argentina.
A pesar de que la triangulación financiera es un mecanismo de negociación internacionalmente aceptado, el mecanismo se trabó en virtud de que Inglaterra dictaminó que pagaría su deuda únicamente con bonos denominados en libras esterlinas y, por otro lado, Estados Unidos dictaminó que solo aceptaría los pagos que sus deudores realicen en dólares. Ante la imposibilidad de pagar sus deudas con el mecanismo de triangulación, Perón decidió nacionalizar el servicio telefónico, los ferrocarriles, la producción y distribución de gas, así como otras industrias menores que jurídicamente pertenecían a varias empresas de capital inglés.Para indemnizar a los dueños de las firmas nacionalizadas, Perón decidió utilizar los bonos en libras esterlinas que habían sido entregados por Inglaterra en pago de la deuda.
Además, con los ingresos generados por las tarifas de los servicios nacionalizados, empieza a cancelar su deuda a los Estados Unidos. Pero el proceso se detuvo en 1955, cuando Domingo Perón es derrocado por el General Pedro Eugenio Aramburu. El nuevo gobierno intenta reactivar el deteriorado comercio, para lo cual adquiere un nuevo préstamo externo para financiar sus importaciones de Europa. Así, contrata con varios bancos europeos un crédito de 700 millones de dólares, que se suponía podría ser amortizado en el transcurso de un año.
Pero como es obvio suponer, el presupuesto argentino -que por casi una década había logrado funcionar sin incrementar su deuda externa- encuentra insalvables dificultades para cancelar en el corto plazo de un año esa abultada nueva deuda de 700 millones de dólares. Ante esa imposibilidad, los países de la Comunidad Económica Europea deciden refinanciar la deuda de Argentina. Así, el Ministerio del Tesoro Francés organiza con varios de sus funcionarios radicados en París, una oficina para que efectúe las futuras gestiones de cobro a nombre de los países acreedores: es esta oficina la que eventualmente llega a ser conocida bajo el nombre de Club de París.
Comisión Económica para América Latina y el Caribe(CEPAL )
En el seno de las Naciones Unidas, desde sus inicios, se decidió la creación de comisiones económicas regionales con el fin de encargaran de trabajar con los gobiernos para promover el desarrollo económico y social. La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) inició sus trabajos en 1948 y su sede se encuentra en Santiago de Chile.
La sede subregional de la CEPAL en México trabaja con 10 países: los cinco de Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), Cuba, Haití, México, Panamá y República Dominicana.Su propósito es realizar investigaciones estratégicas, con un enfoque latinoamericano, sobre los problemas económicos y sociales de estos países, así como sobre la evolución de la integración centroamericana. De esta forma, se busca estrechar las relaciones entre estos países y a su vez con los demás países del mundo, de manera tal que se fortalece la colaboración y solidaridad entre ellos.La CEPAL brinda asesoría a los gobiernos, organismos de la empresa privada, medios académicos y organismos no gubernamentales, Asimismo, lleva a cabo reuniones, seminarios y conferencias con expertos que trabajan en los temas de interés de la subregión.Actualmente atiende de manera prioritaria los temas relativos al ahorro, inversión y crecimiento económico, competitividad, género y equidad, desastres naturales, integración económica y energética, coyunturas económicas, negociaciones comerciales, desarrollo social, sustentabilidad y turismo, entre otros asuntos.Estos trabajos se realizan en seis unidades que trabajan coordinadamente: desarrollo económico, desarrollo social, comercio internacional, energía, agrícola y desarrollo industrial. Asimismo, la CEPAL ejecuta proyectos de cooperación técnica en áreas diversas con fondos que aportan países donantes y organismos internacionales de cooperación y financiamiento.Los desafíos de la institución, que responden a los que enfrentan los países de la subregión, en este nuevo siglo son: las políticas para la reducción de la pobreza, fomento de la equidad, crecimiento sostenible e integración latinoamericana en el marco de la globalización.La CEPAL tiene dos sedes subregionales, una para la subregión de América Central, ubicada en México, D.F. y la otra para la subregión del Caribe, situada en Puerto España, que se establecieron en junio de 1951 y en diciembre de 1966, respectivamente. Además, tiene oficinas nacionales en Buenos Aires, Brasilia, Montevideo y Bogotá y una oficina de enlace en Washington, D.C.
La sede subregional de la CEPAL en México trabaja con 10 países: los cinco de Centroamérica (Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua), Cuba, Haití, México, Panamá y República Dominicana.Su propósito es realizar investigaciones estratégicas, con un enfoque latinoamericano, sobre los problemas económicos y sociales de estos países, así como sobre la evolución de la integración centroamericana. De esta forma, se busca estrechar las relaciones entre estos países y a su vez con los demás países del mundo, de manera tal que se fortalece la colaboración y solidaridad entre ellos.La CEPAL brinda asesoría a los gobiernos, organismos de la empresa privada, medios académicos y organismos no gubernamentales, Asimismo, lleva a cabo reuniones, seminarios y conferencias con expertos que trabajan en los temas de interés de la subregión.Actualmente atiende de manera prioritaria los temas relativos al ahorro, inversión y crecimiento económico, competitividad, género y equidad, desastres naturales, integración económica y energética, coyunturas económicas, negociaciones comerciales, desarrollo social, sustentabilidad y turismo, entre otros asuntos.Estos trabajos se realizan en seis unidades que trabajan coordinadamente: desarrollo económico, desarrollo social, comercio internacional, energía, agrícola y desarrollo industrial. Asimismo, la CEPAL ejecuta proyectos de cooperación técnica en áreas diversas con fondos que aportan países donantes y organismos internacionales de cooperación y financiamiento.Los desafíos de la institución, que responden a los que enfrentan los países de la subregión, en este nuevo siglo son: las políticas para la reducción de la pobreza, fomento de la equidad, crecimiento sostenible e integración latinoamericana en el marco de la globalización.La CEPAL tiene dos sedes subregionales, una para la subregión de América Central, ubicada en México, D.F. y la otra para la subregión del Caribe, situada en Puerto España, que se establecieron en junio de 1951 y en diciembre de 1966, respectivamente. Además, tiene oficinas nacionales en Buenos Aires, Brasilia, Montevideo y Bogotá y una oficina de enlace en Washington, D.C.
Argentina y la CEPAL
La Oficina de la CEPAL en Argentina, localizada en la Ciudad de Buenos Aires fue creada en diciembre de 1973, mediante un Convenio de Cooperación suscrito entre la Secretaría Ejecutiva de la CEPAL y el Gobierno de la República Argentina. En este marco, se dio comienzo a sus actividades en 1974. En marzo del año 2002, la Jefatura del Gabinete de Ministros de la Presidencia de la Nación y el Secretario Ejecutivo Adjunto suscribieron el nuevo Acuerdo de Cooperación entre la CEPAL y el Gobierno de la República Argentina. Según este acuerdo la oficina de CEPAL llevará a cabo las siguientes actividades:
Realizar labores de estudio e investigación económica y social, así como de cooperación técnica y capacitación de personal.Colaborar con el Gobierno en tareas de cooperación horizontal.Llevar a cabo las demás tareas que convengan el Gobierno y la CEPAL.En los últimos treinta años transcurridos, la Oficina estuvo dedicada permanentemente al estudio de la economía argentina. Su función es doble. Por un lado, da respuesta a solicitudes de cooperación técnica de organismos del sector público y de otras instituciones del país para llevar a cabo emprendimientos específicos. Por el otro, como parte integrante de la Secretaría de la CEPAL, la Oficina incorpora la experiencia argentina en los trabajos de cobertura regional que desarrolla la Institución y, en un sentido inverso, difunde dentro del país los trabajos regionales y subregionales elaborados por la CEPAL.
Realizar labores de estudio e investigación económica y social, así como de cooperación técnica y capacitación de personal.Colaborar con el Gobierno en tareas de cooperación horizontal.Llevar a cabo las demás tareas que convengan el Gobierno y la CEPAL.En los últimos treinta años transcurridos, la Oficina estuvo dedicada permanentemente al estudio de la economía argentina. Su función es doble. Por un lado, da respuesta a solicitudes de cooperación técnica de organismos del sector público y de otras instituciones del país para llevar a cabo emprendimientos específicos. Por el otro, como parte integrante de la Secretaría de la CEPAL, la Oficina incorpora la experiencia argentina en los trabajos de cobertura regional que desarrolla la Institución y, en un sentido inverso, difunde dentro del país los trabajos regionales y subregionales elaborados por la CEPAL.
El sistema financiero internacional, ¿Qué tipo de consecuencias trajo?
“El comunismo cedió, pero eso no significa que el capitalismo y la democracia hayan triunfado. Estos ganaron simplemente porque eran mucho mejores alternativas. Pero ahora que las democracias no tienen nada con qué compararse, tienen que probarse por sus propios méritos…[5]”. Druker no es el único aguafiestas, también lo va a ser Samuel Huntington, Noam Chomsky.
En 1991, con la caída del comunismo se dio lugar al avance del sistema capitalista llevado adelante por los países occidentales. Estos mostraban a la humanidad que su sistema era el mejor modelo a seguir. Pero hoy se puede afirmar junto con estos autores que el hecho que el capitalismo haya ganado, no quiere decir que eso signifique que sea el mejor, sino que por el momento no hay otra opción. Junto con Juan Pablo II podemos proclamarnos en contra del capitalismo salvaje “… neoliberalismo, sistema que haciendo referencia a una concepción economicista del hombre, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en contra de la dignidad y del respecto de la persona y los pueblos. Dicho sistema se ha convertido, a veces, en una justificación ideológica de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político que causan la marginación de los más débiles. De hecho, los pobres son cada vez más numerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras fuertemente injustas[6]”.
En el año 2000, la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas llevó adelante algunos objetivos para el desarrollo de los distintos países que conforman el mundo. Entre ellos, los objetivos más importantes fueron la erradicación de la pobreza humana, como la fomentación y desarrollo de un sistema financiero y de comercio más abierto, regulado y no discriminatorio. Ya que la globalización ha sido mucho más positiva para algunas zonas del planeta pero ha dejado a otras sin esas oportunidades.
Quizás observando el contexto mundial podamos afirmar la necesidad de un replanteo del sistema financiero internacional. Sobre todo cuando en el planeta hay:
Una creciente miseria.
Tendencia especulativa del sistema.
Los niveles de deuda impagables por parte de los países más pobres.
La brecha cada vez mayor entre los países ricos y los países pobres.
La pobreza que está presente hoy en día está demostrando que el sistema internacional no es un medio adecuado para poder alcanzar el bienestar de la humanidad. Sino, son cada vez más los países que quedan afuera del mismo. Desde 1990, creció el número de personas hambrientas.Asia Meridional y África Subsahariana concentra el mayor número de personas que pasan hambre. Otro aspecto que ayuda a acrecentar este fenómeno es la adopción de un modelo consumista. Este modelo produce distorsiones en los países menos desarrollados ya que genera expectativas de vida que no son acordes con la realidad de sus economías. Este sistema genera expectativas y aspiraciones que no pueden ser satisfechas ante la carencia de ingresos suficientes para adquirir los bienes y servicios que ofrece el mercado, lo cual provoca frustración o alienación.
Es por eso que, Juan Pablo II afirma que “es urgente la necesidad de una gran obra educativa y cultural que comprenda la educación de los consumidores para un uso responsable de su capacidad de elección…” y agrega, “ No es malo el deseo de vivir mejor, pero es equivocado el estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y no a ser.”[7]
El problema de la pobreza es grave y representa el desafío humano más crucial para este siglo, ya que más de 2 millones de personas pasan hambre diariamente en el mundo.Los niveles de deuda impagable por los países pobres, también contribuye a una mayor miseria en esos países. La deuda que poseen los países de tercer mundo ha llegado a un nivel que casi es imposible de soportar, absorbiendo más de la mitad de los recursos fiscales. O sea que, mientras la deuda es millonaria, su realidad es casi miserable. “…África subsahariana, la región más pobre con una renta media de sólo 500 dólares al año per cápita, perdió unos 1200 millones al año. El 70 % de las ganancias fue a parar a los países desarrollados…”[8] (.)
Otro de los aspectos que debemos abordar es sobre la brecha que cada vez más separa a los países pobres de los ricos. El esquema de la división internacional del trabajo que imperó a lo largo de todo el siglo XX, profundizó la asimetría económica y tecnológica entre países desarrollados y los restantes países del planeta.De esta manera, el desarrollo desigual entre los principales grupos de países ha sido la constante dando como resultado la elevada concentración de la producción, el ingreso, los mercados y el conocimiento en el grupo de los más desarrollados.
En un mundo de socios desiguales, es obvio que las reglas de juego sean asimétricas favoreciendo a los países más desarrollados, ya que los países más fuertes tienen el poder de fijar las reglas y la autoridad para hacerlas cumplir. La mayor profundización de la división internacional de trabajo ha intensificado la competencia haciendo que las estructuras de mercados se vuelvan más oligopólicas que competitivas. Este sistema empeora aún más las desigualdades de la distribución de los beneficios del comercio y la inversión.
En estas condiciones la capacidad de maniobra por parte de los países menos desarrollados se ve limitada por la estrategia transnacional de las grandes corporaciones. Este proceso que se va dando en el mundo también ha afectado al trabajador. Las diferentes transformaciones que ha dado lugar el proceso de globalización llevan al Estado y a las empresas privadas, con la pretensión de ser más eficiente, a realizar recortes laborales que lo único que logran es aumentar cada vez más lo niveles de desempleo. No es sólo el temor a la desocupación lo que preocupa al trabajador, sino, la precarización del trabajo. El trabajo por tiempo prolongado está en vía de extensión.
Ha sido reemplazado por otras formas de empleos, contratos de trabajo por tiempos breves, trabajos provisionales y trabajos de jornada parcial. En estos nuevos empleos es común la ausencia de pautas claras de horarios y días de descanso. El desempleo forma parte de la realidad mundial actual y actúa como factor de exclusión social y de desestructuración de la persona. También esto produce en las personas desconcierto e incertidumbre. Son acerca de 1000 millones los desocupados y subocupados en el mundo; y más de la mitad de la población mundial tienen ingresos inferiores a u$s 2 al día. Dentro de este proceso de globalización, es imposible dejar de mencionar, el avance de las comunicaciones. Para el capitalismo del siglo XXI, una de sus características más destacadas es la velocidad en el movimiento de los capitales.
Las inversiones ingresan y se retiran de los mercados con la rapidez permitida por la comunicación electrónica. Por un lado podemos sostener que las mismas son una consecuencia positiva para los tiempos que corren pero tienen otros efectos negativos. La prensa oral y escrita, el cine, la televisión y el Internet son los factores más importantes para llevar adelante una poderosa dominación. Se utilizan para apoyar el ejercicio del poder de los grandes grupos, no solo políticos, sino, también, económicos. Así es como: “El poder es inseparable de la riqueza y la riqueza es inseparable de la velocidad. Quien dice poder, dice, ante todo, poder dromocrático – dromos procede del griego y quiere decir carrera -, y toda sociedad es una sociedad de carreras”[9].
La red ha eliminado la distancia y el tiempo como factores limitados de la comunicación. Las transformaciones comerciales y especulativas se realizan en tiempo real y con desplazamiento continental. La prensa tiene la función de describir la realidad social y de esta manera los ciudadanos están informados de los acontecimientos que suceden en el mundo y a nivel nacional. Pero la información dada tiene una objetividad relativa por quien la da a conocer, ya que estas están condicionadas por las ideas de un grupo o del periodista. Esto refleja que las noticias que nos llegan no representan el hecho ocurrido sino que lo modifican para cumplir un determinado objetivo. En 1995, la administración de Bill Clinton eliminó las trabas legislativas que impedían asociarse a la industria de la telecomunicaciones con las empresas del ocio, el espectáculo o informáticos.
Con esta medida, se van a desregular los mercados del teléfono, el cable y la propiedad de los medios, comenzando una carrera de concentración y de reorganización del panorama empresarial de las comunicaciones. Las corporaciones mediáticas controlan la mayoría de los medios del mundo. El mercado global está dominado por las ocho corporaciones transnacionales que rigen en el medio de Estados Unidos: ATT/ Liberty media, Disney, Time Warner, Sony, News Corporation, Viacom y Seagram. Tanto la telefonía, la televisión, medios gráficos de prensa, entretenimiento, Internet, satélites, etc., todos ellos están centrados en grupo multimedia, cada vez en menos manos. Mario Vargas Llosa se pregunta: “¿Hasta cuándo podrá haber un periodismo independiente y crítico en este mundo en el que los grandes conglomerados económicos acumulan a veces más poder que muchos Estados reunidos? (…) ¿Llegarán en el futuro próximo los intereses de las grandes empresas a conseguir aquello que los formidables Estados totalitarios se propusieron y fueron incapaces de lograr, un mundo enteramente robotizado e imbecilizado por la desinformación?”[10]. Para concluir sostendremos que la globalización no es ni buena ni mala, si beneficia o perjudica a los países y a sus habitantes se debe exclusivamente por el obrar de sus gobernantes. “El sistema no está enfermo, sino, que enfermos están los que lo manejan”[11].
En 1991, con la caída del comunismo se dio lugar al avance del sistema capitalista llevado adelante por los países occidentales. Estos mostraban a la humanidad que su sistema era el mejor modelo a seguir. Pero hoy se puede afirmar junto con estos autores que el hecho que el capitalismo haya ganado, no quiere decir que eso signifique que sea el mejor, sino que por el momento no hay otra opción. Junto con Juan Pablo II podemos proclamarnos en contra del capitalismo salvaje “… neoliberalismo, sistema que haciendo referencia a una concepción economicista del hombre, considera las ganancias y las leyes del mercado como parámetros absolutos en contra de la dignidad y del respecto de la persona y los pueblos. Dicho sistema se ha convertido, a veces, en una justificación ideológica de algunas actitudes y modos de obrar en el campo social y político que causan la marginación de los más débiles. De hecho, los pobres son cada vez más numerosos, víctimas de determinadas políticas y de estructuras fuertemente injustas[6]”.
En el año 2000, la Declaración del Milenio de las Naciones Unidas llevó adelante algunos objetivos para el desarrollo de los distintos países que conforman el mundo. Entre ellos, los objetivos más importantes fueron la erradicación de la pobreza humana, como la fomentación y desarrollo de un sistema financiero y de comercio más abierto, regulado y no discriminatorio. Ya que la globalización ha sido mucho más positiva para algunas zonas del planeta pero ha dejado a otras sin esas oportunidades.
Quizás observando el contexto mundial podamos afirmar la necesidad de un replanteo del sistema financiero internacional. Sobre todo cuando en el planeta hay:
Una creciente miseria.
Tendencia especulativa del sistema.
Los niveles de deuda impagables por parte de los países más pobres.
La brecha cada vez mayor entre los países ricos y los países pobres.
La pobreza que está presente hoy en día está demostrando que el sistema internacional no es un medio adecuado para poder alcanzar el bienestar de la humanidad. Sino, son cada vez más los países que quedan afuera del mismo. Desde 1990, creció el número de personas hambrientas.Asia Meridional y África Subsahariana concentra el mayor número de personas que pasan hambre. Otro aspecto que ayuda a acrecentar este fenómeno es la adopción de un modelo consumista. Este modelo produce distorsiones en los países menos desarrollados ya que genera expectativas de vida que no son acordes con la realidad de sus economías. Este sistema genera expectativas y aspiraciones que no pueden ser satisfechas ante la carencia de ingresos suficientes para adquirir los bienes y servicios que ofrece el mercado, lo cual provoca frustración o alienación.
Es por eso que, Juan Pablo II afirma que “es urgente la necesidad de una gran obra educativa y cultural que comprenda la educación de los consumidores para un uso responsable de su capacidad de elección…” y agrega, “ No es malo el deseo de vivir mejor, pero es equivocado el estilo de vida que se presume como mejor, cuando está orientado a tener y no a ser.”[7]
El problema de la pobreza es grave y representa el desafío humano más crucial para este siglo, ya que más de 2 millones de personas pasan hambre diariamente en el mundo.Los niveles de deuda impagable por los países pobres, también contribuye a una mayor miseria en esos países. La deuda que poseen los países de tercer mundo ha llegado a un nivel que casi es imposible de soportar, absorbiendo más de la mitad de los recursos fiscales. O sea que, mientras la deuda es millonaria, su realidad es casi miserable. “…África subsahariana, la región más pobre con una renta media de sólo 500 dólares al año per cápita, perdió unos 1200 millones al año. El 70 % de las ganancias fue a parar a los países desarrollados…”[8] (.)
Otro de los aspectos que debemos abordar es sobre la brecha que cada vez más separa a los países pobres de los ricos. El esquema de la división internacional del trabajo que imperó a lo largo de todo el siglo XX, profundizó la asimetría económica y tecnológica entre países desarrollados y los restantes países del planeta.De esta manera, el desarrollo desigual entre los principales grupos de países ha sido la constante dando como resultado la elevada concentración de la producción, el ingreso, los mercados y el conocimiento en el grupo de los más desarrollados.
En un mundo de socios desiguales, es obvio que las reglas de juego sean asimétricas favoreciendo a los países más desarrollados, ya que los países más fuertes tienen el poder de fijar las reglas y la autoridad para hacerlas cumplir. La mayor profundización de la división internacional de trabajo ha intensificado la competencia haciendo que las estructuras de mercados se vuelvan más oligopólicas que competitivas. Este sistema empeora aún más las desigualdades de la distribución de los beneficios del comercio y la inversión.
En estas condiciones la capacidad de maniobra por parte de los países menos desarrollados se ve limitada por la estrategia transnacional de las grandes corporaciones. Este proceso que se va dando en el mundo también ha afectado al trabajador. Las diferentes transformaciones que ha dado lugar el proceso de globalización llevan al Estado y a las empresas privadas, con la pretensión de ser más eficiente, a realizar recortes laborales que lo único que logran es aumentar cada vez más lo niveles de desempleo. No es sólo el temor a la desocupación lo que preocupa al trabajador, sino, la precarización del trabajo. El trabajo por tiempo prolongado está en vía de extensión.
Ha sido reemplazado por otras formas de empleos, contratos de trabajo por tiempos breves, trabajos provisionales y trabajos de jornada parcial. En estos nuevos empleos es común la ausencia de pautas claras de horarios y días de descanso. El desempleo forma parte de la realidad mundial actual y actúa como factor de exclusión social y de desestructuración de la persona. También esto produce en las personas desconcierto e incertidumbre. Son acerca de 1000 millones los desocupados y subocupados en el mundo; y más de la mitad de la población mundial tienen ingresos inferiores a u$s 2 al día. Dentro de este proceso de globalización, es imposible dejar de mencionar, el avance de las comunicaciones. Para el capitalismo del siglo XXI, una de sus características más destacadas es la velocidad en el movimiento de los capitales.
Las inversiones ingresan y se retiran de los mercados con la rapidez permitida por la comunicación electrónica. Por un lado podemos sostener que las mismas son una consecuencia positiva para los tiempos que corren pero tienen otros efectos negativos. La prensa oral y escrita, el cine, la televisión y el Internet son los factores más importantes para llevar adelante una poderosa dominación. Se utilizan para apoyar el ejercicio del poder de los grandes grupos, no solo políticos, sino, también, económicos. Así es como: “El poder es inseparable de la riqueza y la riqueza es inseparable de la velocidad. Quien dice poder, dice, ante todo, poder dromocrático – dromos procede del griego y quiere decir carrera -, y toda sociedad es una sociedad de carreras”[9].
La red ha eliminado la distancia y el tiempo como factores limitados de la comunicación. Las transformaciones comerciales y especulativas se realizan en tiempo real y con desplazamiento continental. La prensa tiene la función de describir la realidad social y de esta manera los ciudadanos están informados de los acontecimientos que suceden en el mundo y a nivel nacional. Pero la información dada tiene una objetividad relativa por quien la da a conocer, ya que estas están condicionadas por las ideas de un grupo o del periodista. Esto refleja que las noticias que nos llegan no representan el hecho ocurrido sino que lo modifican para cumplir un determinado objetivo. En 1995, la administración de Bill Clinton eliminó las trabas legislativas que impedían asociarse a la industria de la telecomunicaciones con las empresas del ocio, el espectáculo o informáticos.
Con esta medida, se van a desregular los mercados del teléfono, el cable y la propiedad de los medios, comenzando una carrera de concentración y de reorganización del panorama empresarial de las comunicaciones. Las corporaciones mediáticas controlan la mayoría de los medios del mundo. El mercado global está dominado por las ocho corporaciones transnacionales que rigen en el medio de Estados Unidos: ATT/ Liberty media, Disney, Time Warner, Sony, News Corporation, Viacom y Seagram. Tanto la telefonía, la televisión, medios gráficos de prensa, entretenimiento, Internet, satélites, etc., todos ellos están centrados en grupo multimedia, cada vez en menos manos. Mario Vargas Llosa se pregunta: “¿Hasta cuándo podrá haber un periodismo independiente y crítico en este mundo en el que los grandes conglomerados económicos acumulan a veces más poder que muchos Estados reunidos? (…) ¿Llegarán en el futuro próximo los intereses de las grandes empresas a conseguir aquello que los formidables Estados totalitarios se propusieron y fueron incapaces de lograr, un mundo enteramente robotizado e imbecilizado por la desinformación?”[10]. Para concluir sostendremos que la globalización no es ni buena ni mala, si beneficia o perjudica a los países y a sus habitantes se debe exclusivamente por el obrar de sus gobernantes. “El sistema no está enfermo, sino, que enfermos están los que lo manejan”[11].
¿Que sucedió en Argentina?
Creemos necesario apelar a las formulaciones del Dr. Walter Beveraggi Allende, quien hasta 1993 se desempeñó como profesor de Economía en la Universidad de Buenos Aires..En 1940, el marxista Ernesto Giudicci hacía un buen análisis de los que sucedía en Argentina:”Bien. Veamos ahora que es, industrialmente, la Argentina, y lo que no es pudiendo serlo. Hagamos una somera reseña, sin olvidar esta premisa: la Argentina es potencialmente un país de gran porvenir industrial, de creciente fuerza industrial, pero sus industrias actuales son precarias, son reducidas, son frenadas por intereses capitalistas extranjeros y no pasan de la semi-manufactura en la mayoría de los casos”[12]
Ya desde principios del siglo XX, el mundo financiero comenzó a tener un gran poder de escala mundial, y sus discípulos, los monetaristas, desarrollaron un perfecto sistema que hasta la Gran Crisis funcionó atando de manos a los Estados que pretendían ejercer su función de contralor: “La teoría cuantitativa (monetarista) tuvo hasta la Gran Crisis una primacía incuestionable y sus proporciones prácticas, basadas esencialmente en la neutralidad monetaria y en un prudente manejo de la tasa de interés como instrumento estabilizador de la actividad económica, dentro de un marco de sostenido crecimiento, sufrió en aquella un revés irreparable”. [13]
A pesar de lo que muchos economistas afirman, para Beveraggi Allende, las modificaciones keynesianas no llegaron a cuestionar los pilares básicos de la teoría cuantitativa, dado que solo se limitaron a profundizar algunos aspectos analíticos y a promover ciertas modificaciones en la política económica, en especial por la vía del gasto público y con vistas, a combatir la deflación y el estancamiento. Para quienes se han dignado a acusar a Allende de fascista y antisemita, cabría manifestarles que este profesor de economía también fue crítico de la dictadura militar y sus consecuencias:
“A partir de marzo de 1976, en Argentina, acaparado por un gobierno militar provisto prácticamente de la suma de poder público, asumió el timón de la economía José Alfredo Martínez de Hoz, quien sin ser economista dijo tomar como modelo las enseñanzas de Milton Friedman y acto seguido, puso en práctica un programa decididamente ruinoso para el país y cuyos resultados ya están sobradamente en evidencia”[14] En Argentina, una de las justificaciones para poner en práctica estas ideas fue la hiperinflación naciente antes del Golpe de Estado de 1976.
Por lo pronto, para 1977 la tasa de interés bancario ya sobrepasaba el 200 por ciento, un porcentaje que no perturbaba a Friedman. Dicho autor monetarista, le recomendaba al gobierno de facto que la Argentina produjera aquellos artículos en cuyos costos tenía “ventajas comparativas”. Puede que estos artículos sean los tan venerados granos, comodities de las potencias que compran alimentos. Esto es mantener un país preindustrial, funcional a los intereses imperialistas de los Estados Unidos y Gran Bretaña. A pesar de lo que pensaba Friedman, desde la lectura de los trabajos de Beveraggi Allende se pueden distinguir otras causas que originaron la inflación en Argentina, que no precisamente tenía que ver con el caudal monetario:
Aumento sideral de las tasas de interés. Martínez de hoz provocó la elevación de las tasas de interés bancario, que al comienzo de su gestión estaban al 25 por ciento anual, hasta ubicarlas en muy pocos meses ente el 250 y 300 por ciento.
Rigurosa restricción crediticia bancaria. Destinada a afectar directamente al sector privado de la economía nacional, que también obedecía según Martínez de Hoz a la preceptiva monetarista, pues “había que restringir todo el caudal monetario” para evitar la inflación… Esto hacía que los productores que requerían préstamos no pudieran acceder a ellos, o bien, accediendo pero traspasando los costes a los bienes que producían.
Incremento de la carga fiscal. Aumento descontrolado de los impuestos, particularmente de los indirectos y específicamente al consumo. Esto se hacía para poder cubrir además los costes de los empréstitos que ya se pedían al exterior. El resultado no podía ser peor. Los principales diarios de la Argentina advertían que alrededor de 4.200.000 personas se encontraban sin empleo, o bien, trabajando muy pocas horas en la semana.
Sin embargo esta situación sí le convenía a los bancos privados que otorgaban créditos con un beneficio extraordinario, además de las cajas de dinero o prestamistas privados, que hacían su negocio. Provocando el surgimiento del hiper-individualismo que prosigue hasta la actualidad, que se volvería a repetir en el ocaso del gobierno alfonsinista. Después del fracaso de un nuevo Estado de Bienestar con Raúl Alfonsín, la crisis de hiperinflación durante los noventas fue a corto plazo bien llevada por el gobierno justicialista de Carlos Menem.
Pero el tipo de cambio, o sea, la convertibilidad 1 peso 1 dólar, a la larga fue originando nuevos endeudamientos hacia el exterior. Esto, sumado a las sucesivas ventas de activos estatales, como YPF, Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, ENTEL, y las compañías de proveeduría de energía, envió al país hacía un pozo recesivo, en medio de crisis financieras como las de Tailandia, Mexico, el Sudeste Asiático, y la Crisis brasileña. El mundo interconectado y las pautas de la globalización multisectorial, hacían de la economía internacional una fila de fichas de dominó apiladas una al lado de la otra. Por supuesto que el gobierno de la Alianza, lejos de reformular la estructura económica argentina, terminar con los gravísimos casos de corrupción y desestimar las recetas del Fondo Monetario Internacional, empujó a la Argentina a una profunda crisis económico-institucional en 2001, que se llevó puesta a los dos partidos más tradicionales de la nación.
Desde una perspectiva lejana, podemos observar que hasta el 2001 las dificultades económicas han tratado de ser solucionadas solo desde las posturas monetaristas y neoliberales. Lo que redundo en un achicamiento extraordinario de la economía argentina, especialmente del sector productivo, lugar de gran apoyo para políticas de pleno empleo. Ya lo advertía Ernesto Giudicci en 1940 al referirse al liberalismo: “El liberalismo allá, es justamente la negación del liberalismo aquí.” Desde las entidades internacionales, como el FMI se obligaba a los países en desarrollo (solo los que tuvieran una clase dirigente amoral y de oferta) a liberalizar los mercados, por supuesto, para los productos que se fabrican en el exterior, con alto valor agregado que genera empleo en otras latitudes. Durante el gobierno autocrático de Nestor Kirchner se pudo sobrellevar la crisis hasta poder entrar en un proceso de crecimiento económico. Algunas medidas anteriores al santacruceño, como la declaración del default, la creación de las quasimonedas durante el gobierno de Eduardo Duhalde, fueron medidas que evitaron que el barco se hunda. Por lo pronto, la medida de las quiasimonedas –letras emitidas por los gobiernos provinciales y de las Ciudad de Buenos Aires- con el éxito que han tenido, sirven de ejemplo para ilustrar la asfixia de una economía argentina achicada por las medidas monetaristas y la fuga de mas de 150 mil millones de dólares.
Con Kirchner se pudo recuperar la capacidad ociosa, como ocurrió con Alemania después del régimen nazi. Pero a pesar de ello, la frontera de posibilidades de producción no se ha desplazado tanto como afirma el oficialismo. Si bien se ha generado empleo, por el uso de esa capacidad estancada años atrás y los nuevos servicios que se prestan, cabe aclarar que los principales fondos estatales vienen de las retenciones a las exportaciones de comodities, sector que si bien genera importantes dividendos, no genera valor agregado a la producción nacional. Por otro lado, se presenta un escenario complicado. Si bien los sueldos de los empleados del sector privado han subido cerca del 30 por ciento, todavía están por debajo de años anteriores, y además existe una inflación muy importante en las canastas básicas que se está comiendo ese aumento de sueldos de manera espiralada.
Ya desde principios del siglo XX, el mundo financiero comenzó a tener un gran poder de escala mundial, y sus discípulos, los monetaristas, desarrollaron un perfecto sistema que hasta la Gran Crisis funcionó atando de manos a los Estados que pretendían ejercer su función de contralor: “La teoría cuantitativa (monetarista) tuvo hasta la Gran Crisis una primacía incuestionable y sus proporciones prácticas, basadas esencialmente en la neutralidad monetaria y en un prudente manejo de la tasa de interés como instrumento estabilizador de la actividad económica, dentro de un marco de sostenido crecimiento, sufrió en aquella un revés irreparable”. [13]
A pesar de lo que muchos economistas afirman, para Beveraggi Allende, las modificaciones keynesianas no llegaron a cuestionar los pilares básicos de la teoría cuantitativa, dado que solo se limitaron a profundizar algunos aspectos analíticos y a promover ciertas modificaciones en la política económica, en especial por la vía del gasto público y con vistas, a combatir la deflación y el estancamiento. Para quienes se han dignado a acusar a Allende de fascista y antisemita, cabría manifestarles que este profesor de economía también fue crítico de la dictadura militar y sus consecuencias:
“A partir de marzo de 1976, en Argentina, acaparado por un gobierno militar provisto prácticamente de la suma de poder público, asumió el timón de la economía José Alfredo Martínez de Hoz, quien sin ser economista dijo tomar como modelo las enseñanzas de Milton Friedman y acto seguido, puso en práctica un programa decididamente ruinoso para el país y cuyos resultados ya están sobradamente en evidencia”[14] En Argentina, una de las justificaciones para poner en práctica estas ideas fue la hiperinflación naciente antes del Golpe de Estado de 1976.
Por lo pronto, para 1977 la tasa de interés bancario ya sobrepasaba el 200 por ciento, un porcentaje que no perturbaba a Friedman. Dicho autor monetarista, le recomendaba al gobierno de facto que la Argentina produjera aquellos artículos en cuyos costos tenía “ventajas comparativas”. Puede que estos artículos sean los tan venerados granos, comodities de las potencias que compran alimentos. Esto es mantener un país preindustrial, funcional a los intereses imperialistas de los Estados Unidos y Gran Bretaña. A pesar de lo que pensaba Friedman, desde la lectura de los trabajos de Beveraggi Allende se pueden distinguir otras causas que originaron la inflación en Argentina, que no precisamente tenía que ver con el caudal monetario:
Aumento sideral de las tasas de interés. Martínez de hoz provocó la elevación de las tasas de interés bancario, que al comienzo de su gestión estaban al 25 por ciento anual, hasta ubicarlas en muy pocos meses ente el 250 y 300 por ciento.
Rigurosa restricción crediticia bancaria. Destinada a afectar directamente al sector privado de la economía nacional, que también obedecía según Martínez de Hoz a la preceptiva monetarista, pues “había que restringir todo el caudal monetario” para evitar la inflación… Esto hacía que los productores que requerían préstamos no pudieran acceder a ellos, o bien, accediendo pero traspasando los costes a los bienes que producían.
Incremento de la carga fiscal. Aumento descontrolado de los impuestos, particularmente de los indirectos y específicamente al consumo. Esto se hacía para poder cubrir además los costes de los empréstitos que ya se pedían al exterior. El resultado no podía ser peor. Los principales diarios de la Argentina advertían que alrededor de 4.200.000 personas se encontraban sin empleo, o bien, trabajando muy pocas horas en la semana.
Sin embargo esta situación sí le convenía a los bancos privados que otorgaban créditos con un beneficio extraordinario, además de las cajas de dinero o prestamistas privados, que hacían su negocio. Provocando el surgimiento del hiper-individualismo que prosigue hasta la actualidad, que se volvería a repetir en el ocaso del gobierno alfonsinista. Después del fracaso de un nuevo Estado de Bienestar con Raúl Alfonsín, la crisis de hiperinflación durante los noventas fue a corto plazo bien llevada por el gobierno justicialista de Carlos Menem.
Pero el tipo de cambio, o sea, la convertibilidad 1 peso 1 dólar, a la larga fue originando nuevos endeudamientos hacia el exterior. Esto, sumado a las sucesivas ventas de activos estatales, como YPF, Aerolíneas Argentinas, Ferrocarriles Argentinos, ENTEL, y las compañías de proveeduría de energía, envió al país hacía un pozo recesivo, en medio de crisis financieras como las de Tailandia, Mexico, el Sudeste Asiático, y la Crisis brasileña. El mundo interconectado y las pautas de la globalización multisectorial, hacían de la economía internacional una fila de fichas de dominó apiladas una al lado de la otra. Por supuesto que el gobierno de la Alianza, lejos de reformular la estructura económica argentina, terminar con los gravísimos casos de corrupción y desestimar las recetas del Fondo Monetario Internacional, empujó a la Argentina a una profunda crisis económico-institucional en 2001, que se llevó puesta a los dos partidos más tradicionales de la nación.
Desde una perspectiva lejana, podemos observar que hasta el 2001 las dificultades económicas han tratado de ser solucionadas solo desde las posturas monetaristas y neoliberales. Lo que redundo en un achicamiento extraordinario de la economía argentina, especialmente del sector productivo, lugar de gran apoyo para políticas de pleno empleo. Ya lo advertía Ernesto Giudicci en 1940 al referirse al liberalismo: “El liberalismo allá, es justamente la negación del liberalismo aquí.” Desde las entidades internacionales, como el FMI se obligaba a los países en desarrollo (solo los que tuvieran una clase dirigente amoral y de oferta) a liberalizar los mercados, por supuesto, para los productos que se fabrican en el exterior, con alto valor agregado que genera empleo en otras latitudes. Durante el gobierno autocrático de Nestor Kirchner se pudo sobrellevar la crisis hasta poder entrar en un proceso de crecimiento económico. Algunas medidas anteriores al santacruceño, como la declaración del default, la creación de las quasimonedas durante el gobierno de Eduardo Duhalde, fueron medidas que evitaron que el barco se hunda. Por lo pronto, la medida de las quiasimonedas –letras emitidas por los gobiernos provinciales y de las Ciudad de Buenos Aires- con el éxito que han tenido, sirven de ejemplo para ilustrar la asfixia de una economía argentina achicada por las medidas monetaristas y la fuga de mas de 150 mil millones de dólares.
Con Kirchner se pudo recuperar la capacidad ociosa, como ocurrió con Alemania después del régimen nazi. Pero a pesar de ello, la frontera de posibilidades de producción no se ha desplazado tanto como afirma el oficialismo. Si bien se ha generado empleo, por el uso de esa capacidad estancada años atrás y los nuevos servicios que se prestan, cabe aclarar que los principales fondos estatales vienen de las retenciones a las exportaciones de comodities, sector que si bien genera importantes dividendos, no genera valor agregado a la producción nacional. Por otro lado, se presenta un escenario complicado. Si bien los sueldos de los empleados del sector privado han subido cerca del 30 por ciento, todavía están por debajo de años anteriores, y además existe una inflación muy importante en las canastas básicas que se está comiendo ese aumento de sueldos de manera espiralada.
Necesidad de un cambio
Para llegar a una solución estructural, debemos volver a las ideas planteadas en la Teoría Cualitativa del Dinero, de Beveraggi Allende. Ya vimos que la causa de las hiperinflaciones de debían a cuestiones estructurales de decisiones políticas, mas que a una sobreabundancia de dinero en el mercado. Cuestiones impulsadas desde la banca internacional y el FMI, que llevaron al endeudamiento masivo del país, oponiéndose a planes de reactivación de la economía por considerarlos inflacionistas.
Según afirma Allende, los problemas económicos de la vida moderna han sido y son creados por el hombre mismo, esencialmente por el acaparamiento de los recursos productivos por unos pocos: por el marxismo mediante la dictadura y el capitalismo mediante el monopolio del dinero. “El liberalismo por medio del monetarismo ha llevado a una situación de crédito bancario escaso y caro, que lleva a la especulación del dinero y la derrota del trabajo: la recesión. Lo primero que hay que hacer es definir que el objetivo único y básico de la economía es el pleno empleo, o sea, el servicio al Hombre”. Allende afirma que en el sistema liberal el desempleo depende de la tasa de interés, según la cual un empresario invierte o no. De esa manera se puede generar empleo.
En la introducción de Ramón Bau, quién difunde las ideas de este gran economista argentino, se remarca que ninguna moneda hoy es intercambiable por oro o por plata:” Hoy el dinero es fiduciario, o sea basado en la Fe, o confianza en el Estado que lo respalda. En este entorno es evidente que el valor de la moneda que se emita depende del destino que esa moneda tenga al ser creada. Si el destino es productivo, la moneda no tendrá solo el valor que ya tenía en las unidades preexistentes, sino que puede tener incluso más, si el resultado productivo supera el valor de la moneda precedente”. De manera tal que si la moneda que se genera tiene fines productivos, no sólo no es inflacionaria, sino que además puede ser una buena arma contra la inflación.
Según afirma Allende, los problemas económicos de la vida moderna han sido y son creados por el hombre mismo, esencialmente por el acaparamiento de los recursos productivos por unos pocos: por el marxismo mediante la dictadura y el capitalismo mediante el monopolio del dinero. “El liberalismo por medio del monetarismo ha llevado a una situación de crédito bancario escaso y caro, que lleva a la especulación del dinero y la derrota del trabajo: la recesión. Lo primero que hay que hacer es definir que el objetivo único y básico de la economía es el pleno empleo, o sea, el servicio al Hombre”. Allende afirma que en el sistema liberal el desempleo depende de la tasa de interés, según la cual un empresario invierte o no. De esa manera se puede generar empleo.
En la introducción de Ramón Bau, quién difunde las ideas de este gran economista argentino, se remarca que ninguna moneda hoy es intercambiable por oro o por plata:” Hoy el dinero es fiduciario, o sea basado en la Fe, o confianza en el Estado que lo respalda. En este entorno es evidente que el valor de la moneda que se emita depende del destino que esa moneda tenga al ser creada. Si el destino es productivo, la moneda no tendrá solo el valor que ya tenía en las unidades preexistentes, sino que puede tener incluso más, si el resultado productivo supera el valor de la moneda precedente”. De manera tal que si la moneda que se genera tiene fines productivos, no sólo no es inflacionaria, sino que además puede ser una buena arma contra la inflación.
TEORIA CUALITATIVA DEL DINERO
La diferencia frente a la teoría cuantitativa monetarista quedó planteada en el párrafo anterior. Es decir, que de crearse dinero para sectores productivos, es muy difícil que esa nueva moneda creara inflación. Frente a la restricción del crédito, los altos intereses, y consecuentemente el nivel de la recesión ligada al alto nivel del interés del dinero (dificultades para la inversión), la aplicación cualitativa de la moneda indica que crear dinero por parte del Estado (dar créditos baratos) es precisamente la mejor cura para la recesión, si ese crédito se asigna cualitativamente a procesos productivos.
En la Argentina kirchenrista, por lo pronto, la abundancia de capitales en el mundo debido al ciclo de bonanza, se ha dirigido a créditos para el consumo, como nunca antes se ha visto. Esto hace que haya mucha demanda de bienes (como por ejemplo automóviles) sin que el sistema productivo pueda atender dicha demanda. El resultado es el aumento constante de los precios. Bau afirma en la introducción del documento que los problemas por lo cual el mundialismo liberal se niega a aplicar esta política se debe a:
Abaratar el dinero va contra los intereses de las finanzas mundiales. Si los Estados generan dinero no lo piden a la Banca mundial y no se endeudan, con lo que la finanza pierde el control político de los Estados.
La clase política esta interesada en usar el dinero en gastos electoralistas, en gastos públicos no productivos.
El derroche y la malversación de fondos públicos hace que el uso del dinero creado por el Estado en factores realmente productivos, vaya contra el deseo político de las partidocracias de gastarlo en paliar el déficit público generado por el malgasto, la corrupción, y la mala administración.
La teoría liberal de que no se puede favorecer a un sector frente a otro (horror al intervencionismo estatal) domina las mentes de los economistas oficiales.
“Nuestra teoría cualitativa sostiene que el valor del dinero depende, en una economía monetaria, esencialmente de cual fue el destino productivo con el que dicho dinero fue insertado en la economía, antes que la relativa abundancia o escasez del mismo respecto del cúmulo de bienes y servicios que aquel dinero –o moneda- tiene por objeto movilizar en todo genero de transacciones y en su carácter de intermediario de los cambios”. [15]
Desde esta teoría no se pretende restarle importancia a la cantidad de dinero existente en un sistema económico, ni su influencia en la generación de precios. A pesar de ello y a través de la teoría cualitativa del dinero, lo importante para la formación de los precios resulta el destino que oportunamente tuvo cada inserción monetaria.
Discriminación sectorial cualitativa
Si se considera que los dos grandes sectores de la economía nacional son el sector público y privado. “M” será la masa monetaria disponible, y “Q”, la cantidad de bienes que produce un sector. La discriminación será la siguiente:
M1 (Sector público)
——————= P (precio) Q1 (Sector público) Q2 (Sector privado)
M2 (Sector privado)De la misma manera se podría hacer una discriminación más específica. Se procedería a discriminar destinos sectoriales de la expansión monetaria asignada al “sector privado”, según el caudal monetaria vaya a reactivar la producción agrícola (M2.1), o producto industrial (M2.2), o producción minera (M2.3), o producción pesquera (M2.4). De esta manera se puede llevar a la discriminación sectorial según el destino cualitativo de la expansión o contracción, sin caer en los errores de hacerlo de manera global, provocando diferentes reacciones en los distintos sectores de la economía.
También se podría discriminar los influjos monetarios en el sector público, a saber: el volumen de moneda encaminado a sufragar gastos generales de la administración pública (M1.1), el flujo monetario hacia inversiones públicas (M1.2). Estas discriminaciones permitirían tener un panorama parcializado por sectores que nos muestre en cada uno de los ellos el nivel de precios. En las siguientes ecuaciones, Ps significa “nivel de precio sectorial”. Ps1.1= M1.1/Q1.1Ps2.1=M2.1/Q2.1
En la Argentina kirchenrista, por lo pronto, la abundancia de capitales en el mundo debido al ciclo de bonanza, se ha dirigido a créditos para el consumo, como nunca antes se ha visto. Esto hace que haya mucha demanda de bienes (como por ejemplo automóviles) sin que el sistema productivo pueda atender dicha demanda. El resultado es el aumento constante de los precios. Bau afirma en la introducción del documento que los problemas por lo cual el mundialismo liberal se niega a aplicar esta política se debe a:
Abaratar el dinero va contra los intereses de las finanzas mundiales. Si los Estados generan dinero no lo piden a la Banca mundial y no se endeudan, con lo que la finanza pierde el control político de los Estados.
La clase política esta interesada en usar el dinero en gastos electoralistas, en gastos públicos no productivos.
El derroche y la malversación de fondos públicos hace que el uso del dinero creado por el Estado en factores realmente productivos, vaya contra el deseo político de las partidocracias de gastarlo en paliar el déficit público generado por el malgasto, la corrupción, y la mala administración.
La teoría liberal de que no se puede favorecer a un sector frente a otro (horror al intervencionismo estatal) domina las mentes de los economistas oficiales.
“Nuestra teoría cualitativa sostiene que el valor del dinero depende, en una economía monetaria, esencialmente de cual fue el destino productivo con el que dicho dinero fue insertado en la economía, antes que la relativa abundancia o escasez del mismo respecto del cúmulo de bienes y servicios que aquel dinero –o moneda- tiene por objeto movilizar en todo genero de transacciones y en su carácter de intermediario de los cambios”. [15]
Desde esta teoría no se pretende restarle importancia a la cantidad de dinero existente en un sistema económico, ni su influencia en la generación de precios. A pesar de ello y a través de la teoría cualitativa del dinero, lo importante para la formación de los precios resulta el destino que oportunamente tuvo cada inserción monetaria.
Discriminación sectorial cualitativa
Si se considera que los dos grandes sectores de la economía nacional son el sector público y privado. “M” será la masa monetaria disponible, y “Q”, la cantidad de bienes que produce un sector. La discriminación será la siguiente:
M1 (Sector público)
——————= P (precio) Q1 (Sector público) Q2 (Sector privado)
M2 (Sector privado)De la misma manera se podría hacer una discriminación más específica. Se procedería a discriminar destinos sectoriales de la expansión monetaria asignada al “sector privado”, según el caudal monetaria vaya a reactivar la producción agrícola (M2.1), o producto industrial (M2.2), o producción minera (M2.3), o producción pesquera (M2.4). De esta manera se puede llevar a la discriminación sectorial según el destino cualitativo de la expansión o contracción, sin caer en los errores de hacerlo de manera global, provocando diferentes reacciones en los distintos sectores de la economía.
También se podría discriminar los influjos monetarios en el sector público, a saber: el volumen de moneda encaminado a sufragar gastos generales de la administración pública (M1.1), el flujo monetario hacia inversiones públicas (M1.2). Estas discriminaciones permitirían tener un panorama parcializado por sectores que nos muestre en cada uno de los ellos el nivel de precios. En las siguientes ecuaciones, Ps significa “nivel de precio sectorial”. Ps1.1= M1.1/Q1.1Ps2.1=M2.1/Q2.1
La estructura para volcar cualitativamente el dinero
Son muchos los musulmanes que evitan los bancos, porque sus creencias islámicas les impiden celebrar convenios que involucren intereses (riba). Pero son muchos también los que necesitan servicios bancarios como cualquiera de nosotros para financiar nuevos emprendimientos, comprar un inmueble o depositar sus ahorros en un lugar seguro. Entonces, ¿cómo se compatibilizan ambas exigencias?
Desde que el Consejo de Ulemas de Indonesia – país con 230 millones de habitantes, de los cuales el 90% profesa la fe musulmana – emitió en 2003 una fatwa (decreto islámico) declarando los intereses bancarios un “beneficio ilegal”, los bancos islámicos no han parado de crecer, ya que si usted es cliente de uno de estos bancos y adquiere un crédito, no debe pagar ni un centavo más del dinero que recibió prestado. Eso sí: el banco tampoco le pagará intereses si usted quiere “hacer crecer” su dinero en un plazo fijo, por ejemplo. “El sistema financiero islámico se desarrolla a un ritmo notable. Desde su origen hace tres décadas, el número de instituciones financieras islámicas ha pasado de 1 en 1975 a 300, en más de 75 países, en la actualidad. Concentradas en Oriente Medio y el Sudeste asiático (Bahrein y Malasia son los mayores centros), también están surgiendo en Europa y Estados Unidos. Se estima que sus activos totales en el mundo superan los US$250.000 millones y que crecen a un 15% anual. (…) El hecho de que la ley islámica prohíba pagar y recibir interés no implica que repruebe ganar dinero o promueva el retorno a una economía basada solo en efectivo o trueque. El sistema estimula a todas las partes de una operación financiera a compartir riesgos, ganancias y pérdidas. Los depositantes en la banca islámica se asemejan a los inversores o accionistas, que ganan dividendos cuando el banco obtiene ganancias y pierden parte de sus ahorros si registra pérdidas. La lógica es vincular el rendimiento a la productividad y la calidad del proyecto, asegurando una distribución más equitativa de la riqueza”[16].
Desde que el Consejo de Ulemas de Indonesia – país con 230 millones de habitantes, de los cuales el 90% profesa la fe musulmana – emitió en 2003 una fatwa (decreto islámico) declarando los intereses bancarios un “beneficio ilegal”, los bancos islámicos no han parado de crecer, ya que si usted es cliente de uno de estos bancos y adquiere un crédito, no debe pagar ni un centavo más del dinero que recibió prestado. Eso sí: el banco tampoco le pagará intereses si usted quiere “hacer crecer” su dinero en un plazo fijo, por ejemplo. “El sistema financiero islámico se desarrolla a un ritmo notable. Desde su origen hace tres décadas, el número de instituciones financieras islámicas ha pasado de 1 en 1975 a 300, en más de 75 países, en la actualidad. Concentradas en Oriente Medio y el Sudeste asiático (Bahrein y Malasia son los mayores centros), también están surgiendo en Europa y Estados Unidos. Se estima que sus activos totales en el mundo superan los US$250.000 millones y que crecen a un 15% anual. (…) El hecho de que la ley islámica prohíba pagar y recibir interés no implica que repruebe ganar dinero o promueva el retorno a una economía basada solo en efectivo o trueque. El sistema estimula a todas las partes de una operación financiera a compartir riesgos, ganancias y pérdidas. Los depositantes en la banca islámica se asemejan a los inversores o accionistas, que ganan dividendos cuando el banco obtiene ganancias y pierden parte de sus ahorros si registra pérdidas. La lógica es vincular el rendimiento a la productividad y la calidad del proyecto, asegurando una distribución más equitativa de la riqueza”[16].
Principios
La banca islámica o “Banca Sharia” se rige por cinco principios básicos:
Todo pago predeterminado por encima del monto real del principal está prohibido. El Islam permite sólo una clase de préstamo (el qard-al-hásan o “buen préstamo”), por medio del cual el prestador no carga ningún interés o monto adicional sobre el dinero prestado.
El prestador participa tanto en las ganancias como en las pérdidas originadas en el emprendimiento para el cual el dinero ha sido prestado. El Islam alienta a los musulmanes a invertir su dinero y asociarse con el fin de compartir beneficios y riesgos en los negocios, en lugar de convertirse en acreedores.
Está prohibido hacer dinero a partir del dinero. El dinero no es más que un medio de intercambio, una forma de definir el valor de una cosa; no tiene valor en sí mismo, y por consiguiente no debería permitirse que diera origen a más dinero. El esfuerzo humano, la iniciativa y el riesgo involucrados en un emprendimiento productivo son más importantes que el dinero usado para financiarlo.
La especulación (Gharar) también está prohibida. Por eso, toda transacción realizada debe estar libre de incertidumbre, ambigüedad o especulación, y las partes contratantes deben tener perfecto conocimiento de las contraprestaciones a ser intercambiadas.
Las inversiones deben apoyar solamente prácticas o productos que no estén prohibidos o desaconsejados por el Islam, como invertir en apuestas, producir alcohol, o comprar un arma de fuego. Usted, como cliente, debe presentar su proyecto y éste debe ser aprobado por la banca.
Todo pago predeterminado por encima del monto real del principal está prohibido. El Islam permite sólo una clase de préstamo (el qard-al-hásan o “buen préstamo”), por medio del cual el prestador no carga ningún interés o monto adicional sobre el dinero prestado.
El prestador participa tanto en las ganancias como en las pérdidas originadas en el emprendimiento para el cual el dinero ha sido prestado. El Islam alienta a los musulmanes a invertir su dinero y asociarse con el fin de compartir beneficios y riesgos en los negocios, en lugar de convertirse en acreedores.
Está prohibido hacer dinero a partir del dinero. El dinero no es más que un medio de intercambio, una forma de definir el valor de una cosa; no tiene valor en sí mismo, y por consiguiente no debería permitirse que diera origen a más dinero. El esfuerzo humano, la iniciativa y el riesgo involucrados en un emprendimiento productivo son más importantes que el dinero usado para financiarlo.
La especulación (Gharar) también está prohibida. Por eso, toda transacción realizada debe estar libre de incertidumbre, ambigüedad o especulación, y las partes contratantes deben tener perfecto conocimiento de las contraprestaciones a ser intercambiadas.
Las inversiones deben apoyar solamente prácticas o productos que no estén prohibidos o desaconsejados por el Islam, como invertir en apuestas, producir alcohol, o comprar un arma de fuego. Usted, como cliente, debe presentar su proyecto y éste debe ser aprobado por la banca.
A favor y en contra
El Gobierno y el Banco de Indonesia han tomado medidas en los últimos años para impulsar el sector, ya que lo ven con buenas perspectivas. El Banco Central se comprometió a fomentar el desarrollo de la banca islámica con el objetivo de que la cuota de su mercado, que actualmente cuenta con tan sólo un 1,53% de los depósitos en instituciones financieras indonesias, alcance un 2,13% a finales de este año y un 5% el año próximo. El vicepresidente de ese país declaró que el sistema bancario acorde con este régimen “es el mejor sistema para crear bienestar y prosperidad para el pueblo, ya que está basado en el concepto de fraternidad”.
Mientras los bancos occidentales se rigen por el principio de “el dinero llama al dinero”, los bancos islámicos buscan el bienestar de la sociedad basándose en un concepto de justicia por el que las pérdidas y los beneficios son compartidos. En la actualidad, Indonesia cuenta con 21 bancos, 40 aseguradoras, 7 compañías financieras y 18 fondos de inversión que cumplen con los preceptos religiosos, y en 2006 se lograron atraer depósitos de cerca de 3.000 millones de dólares. Algunos críticos musulmanes piensan que los bancos islámicos esconden el pago de intereses detrás de engaños legales. Algo así como el “contractum trinium” diseñado por banqueros europeos en el medioevo y pensado para permitir el cobro de intereses del dinero prestado cuando las enseñanzas de la Iglesia se oponían.
Además, existen diferentes interpretaciones de los principios religiosos detrás de las finanzas islámicas, un problema que podría impedir el desarrollo de normas uniformemente aceptadas que gobiernen tales prácticas. Algunos elementos de la red bancaria islámica pueden haber estado involucrados en el traslado y/o lavado de dinero pensado para las organizaciones terroristas.
Mientras los bancos occidentales se rigen por el principio de “el dinero llama al dinero”, los bancos islámicos buscan el bienestar de la sociedad basándose en un concepto de justicia por el que las pérdidas y los beneficios son compartidos. En la actualidad, Indonesia cuenta con 21 bancos, 40 aseguradoras, 7 compañías financieras y 18 fondos de inversión que cumplen con los preceptos religiosos, y en 2006 se lograron atraer depósitos de cerca de 3.000 millones de dólares. Algunos críticos musulmanes piensan que los bancos islámicos esconden el pago de intereses detrás de engaños legales. Algo así como el “contractum trinium” diseñado por banqueros europeos en el medioevo y pensado para permitir el cobro de intereses del dinero prestado cuando las enseñanzas de la Iglesia se oponían.
Además, existen diferentes interpretaciones de los principios religiosos detrás de las finanzas islámicas, un problema que podría impedir el desarrollo de normas uniformemente aceptadas que gobiernen tales prácticas. Algunos elementos de la red bancaria islámica pueden haber estado involucrados en el traslado y/o lavado de dinero pensado para las organizaciones terroristas.
Extendiendo la frontera
La banca islámica no es patrimonio exclusivo de los países que siguen las reglas coránicas. Los bancos occidentales ya están imitando el sistema. Uno de los primeros en implementarlo fue el Faisal Finance, el primer banco islámico en Suiza. Los gruidos financieros convencionales, como el Royal Bank, el Lloyd´s, o el mayor banco por capitalización bursátil del mundo, el HSBC, crearon filiales acordes a la banca sharía para no quedarse atrás. En el Reino Unido ya hay dos bancos que cumplen con el modelo económico islámico: el Islamic Bank of Britain y el European Islamic Investment Bank. Es incierto el futuro que la globalización le puede llegar a deparar al sistema bancario islámico, con la creciente integración de los mercados mundiales y la interdependencia de las economías nacionales. Es posible que la banca islámica sobreviva y crezca porque mantiene una identidad nacional para los millones de ciudadanos musulmanes e inmigrantes en los países occidentales. La estructuración de un sistema bancario tomando como rumbo el sistema de la banca islámica, permitirá distribuir el dinero cualitativamente a los sectores que desde el estado se deseen fortalecer.
Conclusión
¿Cuáles son los países que crecen? Los que colocan a la Política como madre rectora de la economía. Cuando una clase dirigente piensa un país, y lo conduce, la economía pasa a ser una de las tantas herramientas del Estado para lograr el bienestar social del pueblo.
¿Qué es necesario para poder conducir una nación? Autoridad. Si seguimos la definición del Diccionario de la Lengua, la autoridad es: “Potestad, facultad. Poder que tiene una persona sobre otra que le está subordinada. Persona revestida de algún poder o mando.” Pero la Autoridad siempre se ha ejercido por medio de Instituciones, reconocidas popularmente como las autorizadas –por el pueblo- ha emitir decisiones soberanas.
Los principios que rigen el ejercicio de la autoridad según la Doctrina social de la Iglesia son tres:
a) El servicio a la sociedad: El poder es necesario, pero como significa una imposición de unos hombres sobre otros conlleva el peligro de la soberbia en sus ejecutores. Para contrarrestar este peligro es necesario entender el poder como un servicio a la comunidad y a sus miembros más débiles.
b) El principio de subsidiariedad: Con él se corrigen los falsos altruismos que eliminan la autonomía de las personas y los grupos intermedios bajo el pretexto de que el Estado cuida de la igualdad de todos, lo cual desemboca en el totalitarismo. El papel del Estado es subsidiario y complementario a los individuos, a las familias y a los grupos profesionales.
c) El principio de solidaridad: Es una actitud de determinación firme y perseverante de empeñarse en el bien común. Constituye una categoría moral determinante de la actuación política en el intercambio de bienes, capitales y personas y en la comunicación entre personas.
Presuponiendo la ética en el ejercicio político, y utilizando la economía como elemento regulatorio de las asimetrías que genera el sistema capitalista, podremos dirigir las ventajas de este sistema no ya desde la visión monetarista y liberal del “efecto derrame”, sino desde la distribución estratégica de la moneda a través del aumento de la producción, la eficiencia y la productividad, al servicio de la dignidad humana. ——————————————————————————–
[1] Kenichi Ohmae , El Próximo Escenario Global.
[2] La crisis del capitalismo global, George Soros, Editorial Sudamericana,1999¿Qué es necesario para poder conducir una nación? Autoridad. Si seguimos la definición del Diccionario de la Lengua, la autoridad es: “Potestad, facultad. Poder que tiene una persona sobre otra que le está subordinada. Persona revestida de algún poder o mando.” Pero la Autoridad siempre se ha ejercido por medio de Instituciones, reconocidas popularmente como las autorizadas –por el pueblo- ha emitir decisiones soberanas.
Los principios que rigen el ejercicio de la autoridad según la Doctrina social de la Iglesia son tres:
a) El servicio a la sociedad: El poder es necesario, pero como significa una imposición de unos hombres sobre otros conlleva el peligro de la soberbia en sus ejecutores. Para contrarrestar este peligro es necesario entender el poder como un servicio a la comunidad y a sus miembros más débiles.
b) El principio de subsidiariedad: Con él se corrigen los falsos altruismos que eliminan la autonomía de las personas y los grupos intermedios bajo el pretexto de que el Estado cuida de la igualdad de todos, lo cual desemboca en el totalitarismo. El papel del Estado es subsidiario y complementario a los individuos, a las familias y a los grupos profesionales.
c) El principio de solidaridad: Es una actitud de determinación firme y perseverante de empeñarse en el bien común. Constituye una categoría moral determinante de la actuación política en el intercambio de bienes, capitales y personas y en la comunicación entre personas.
Presuponiendo la ética en el ejercicio político, y utilizando la economía como elemento regulatorio de las asimetrías que genera el sistema capitalista, podremos dirigir las ventajas de este sistema no ya desde la visión monetarista y liberal del “efecto derrame”, sino desde la distribución estratégica de la moneda a través del aumento de la producción, la eficiencia y la productividad, al servicio de la dignidad humana. ——————————————————————————–
[1] Kenichi Ohmae , El Próximo Escenario Global.
[3] Este artículo fue extraído de la revista: La Gaceta de Económicas, publicación de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA escrito por Noemí Brenta, investigadora del Instituto de Investigaciones de Historia Económica y Social.
[4] Artículo publicado en www.eumed.net/libros/2005
[5] Horacio Cagni. La OTAN y el liderazgo mundial Norteamericano
[6] Juan Pablo II. Carta abierta a los obispos españoles.
[7] Juan Pablo II. Centesimus Annus. N° 36
[8] Joseph Stiglitz. Cómo hacer la globalización funcione. Pág.13
[9] Paul Virilio. El Cibermundo, la política de lo peor. Pág. 17.
[10] Mario Vargas Llosa. Diario La Nación. 1/12/1999
[11] Joseph Stiglitz. El malestar en la globalización. Buenos Aires. Taurus, 2002
[12] Imperialismo Inglés y Liberación Nacional, Ernesto Giudicci, Biblioteca Política Argentina. 1980.
[13] Teoría Cualitativa del dinero, Walter Beveraggi Allende.
[14] Argentina, 1946-1978: como se destroza una economía, Walter Beveraggi Allende, 1979.
[15] Teoría Cualitativa del dinero, Walter Beveraggi Allende
[16] Mohammed El Qorchi, Las finanzas islámicas en expansión.
Autores del presente trabajo:
Emiliano Martínez, Lorena Filice,Leandro Morales,Jorge Gómez.
Coordinación:
Dra. Silvia Stamato
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